En un esfuerzo conjunto México, Estados Unidos y Guatemala han acordado formar un grupo trilateral para abordar los desafíos migratorios y fronterizos que enfrenta la región. La iniciativa busca frenar el creciente flujo irregular a través de los pasos entre estos países y se centrará en la investigación y persecución de redes de trata de personas y tráfico de migrantes.
Los secretarios de Estado, Antony Blinken de E.U., Alicia Bárcena de México, y Carlos Ramiro Martínez de Guatemala, se reunieron en Washington para analizar la problemática y consolidar la colaboración entre las naciones. El objetivo es revisar las causas estructurales del fenómeno migratorio, aplicar leyes fronterizas de manera efectiva y explorar nuevas vías de movilidad laboral que fomenten una migración ordenada, humana y regular.
La canciller Bárcena destacó el compromiso de México para promover inversiones en Guatemala que impulsen el desarrollo de infraestructura, así como el acceso a servicios de salud, educación, electrificación y vivienda. La creación del Tablero de Datos sobre flujos migratorios que permitirá una mejor coordinación basada en base de información para la toma de decisiones.
En el comunicado conjunto, se anunció la formación de un grupo trilateral operativo, destinado a mejorar la seguridad, el cumplimiento de la ley y la infraestructura a lo largo de las fronteras. Este grupo trabajará en estrecha colaboración para abordar las deficiencias de seguridad, intercambiar información y desarrollar planes operativos, con especial énfasis en combatir las redes de tráfico ilegal de personas.
Se informó que la reunión también enfatizó la necesidad de atender las causas fundamentales de la migración, apostando por vías regulares de movilidad laboral. México, Estados Unidos y Guatemala reconocieron la importancia de generar oportunidades económicas en la región, para que la migración deje de ser una condición impuesta y se convierta en una opción.
En el contexto de las elecciones estadounidenses, donde la migración es un tema central, se destaca la importancia de asegurar un enfoque seguro, ordenado y humano, abordando las causas de raíz que impulsan a millones de personas a abandonar sus países.
Este es un paso significativo para abordar la compleja realidad migratoria, con el reconocimiento de que la colaboración trilateral y la atención a las causas estructurales son esenciales para encontrar soluciones efectivas y humanitarias.
