6 noviembre, 2024

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que  del 12 al 18 de octubre de octubre, se reactiva el subsidio a la gasolina Magna, o gasolina regular. Después de un mes sin estímulos fiscales para este tipo de combustible, los automovilistas en México podrán beneficiarse de un descuento del 3.93% en el precio de la Magna, lo que significa un alivio directo de 0.24 centavos por litro.

Respiro para los automovilistas

El Diario Oficial de la Federación (DOF) del 11 de octubre de 2024 publicó los detalles del estímulo, destacando que, gracias a esta medida, los conductores pagarán 5.43 pesos por litro en lugar de los 6.17 pesos que se venían pagando sin el subsidio. Esta decisión, aunque pequeña en monto, busca amortiguar las constantes fluctuaciones en el precio del combustible, influenciado por factores externos como el tipo de cambio y los precios internacionales del crudo.

 

Según la SHCP, este tipo de ajustes se realizan con base en una fórmula que evalúa los costos logísticos y la situación internacional, con el objetivo de que los precios de la gasolina no aumenten de manera abrupta y afecten el bolsillo de los ciudadanos. En palabras de Roberto Gómez, economista del Instituto Nacional de Energía: “Aunque el subsidio puede parecer mínimo, en un contexto de precios altos, es un respiro para muchos sectores que dependen del transporte, como el comercio y la distribución de bienes”.

Sin subsidio para la Premium y el Diésel

A diferencia de la gasolina Magna, el anuncio no trae buenas noticias para quienes utilizan gasolina Premium o diésel, ya que estos combustibles no recibirán ningún tipo de estímulo fiscal durante esta semana. Los conductores de vehículos que requieren Premium tendrán que pagar una cuota de 5.21 pesos por litro en impuestos, mientras que quienes utilicen diésel desembolsarán 6.78 pesos por litro solo en IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios).

 

El impacto de este ajuste ha generado diversas reacciones. María del Carmen Fernández, quien trabaja como transportista y utiliza diésel en su flotilla de camiones, comentó: “Nos afecta bastante que el diésel no reciba subsidios. Nuestros costos operativos se disparan cada vez que hay un incremento en el precio del combustible, y eso lo terminamos reflejando en el costo de los productos que distribuimos”.

Contexto del subsidio y su aplicación

El IEPS es un impuesto que se aplica en productos como los combustibles para generar ingresos fiscales, y el gobierno lo ajusta periódicamente para mitigar el impacto de las variaciones en el mercado internacional. Este impuesto también se aplica a otros productos como las bebidas alcohólicas y el tabaco. La SHCP destacó en su comunicado que, aunque el objetivo principal es generar ingresos, también se busca regular el consumo de ciertos productos dañinos para la salud y el medio ambiente.

 

Eduardo Hernández, subsecretario de ingresos de la SHCP, explicó que: “El IEPS no solo es una fuente de ingresos clave para el país, también tiene un objetivo social y ambiental. Al aplicar estímulos a la gasolina Magna, estamos contribuyendo a la estabilidad económica, pero también incentivando la transición a combustibles más limpios”.

 

Sin embargo, la diferencia de trato entre la gasolina Magna y la Premium ha causado cierto debate en la opinión pública. Algunos analistas, como Beatriz López, experta en finanzas públicas, han cuestionado si la eliminación del subsidio para combustibles Premium y diésel es una estrategia adecuada en un contexto donde los precios internacionales siguen volátiles.

 

“Es entendible que se enfoque el subsidio en la gasolina Magna, que es la más utilizada por la mayoría de los conductores en México, pero no podemos ignorar que sectores clave como el transporte de carga dependen del diésel, y estos incrementos impactan en la cadena productiva”, señaló López.

 

Reacciones en el sector empresarial

Varios representantes del sector empresarial han expresado sus preocupaciones. Juan Manuel García, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Combustibles (AMDC), mencionó que aunque el retorno del subsidio a la gasolina Magna es positivo, “es necesario analizar si estas medidas serán suficientes para contener la inflación en el mediano plazo”.

 

Para García, el desafío está en cómo manejar los precios de los combustibles sin afectar a los sectores que más dependen de ellos. “El transporte público y la logística nacional están atados al precio del diésel, por lo que la falta de estímulos en este combustible puede generar efectos secundarios en la economía”, agregó.

 

Impacto social y económico

El regreso del subsidio a la gasolina Magna será bien recibido por gran parte de la población, ya que este tipo de combustible es el más utilizado en el país, pero la falta de estímulo fiscal para la Premium y el diésel sigue generando inquietud. Los transportistas, principalmente aquellos que operan a gran escala, se verán directamente afectados, lo que podría tener un efecto dominó en los precios de productos y servicios.

 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el sector del transporte representa cerca del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Un incremento en los costos operativos debido a los altos precios de los combustibles puede repercutir en diversos sectores productivos, desde la agricultura hasta la distribución de bienes de consumo.

 

Juan Pablo Álvarez, experto en políticas energéticas, indicó que “el subsidio focalizado en la gasolina Magna puede ayudar a aliviar las presiones inflacionarias, pero la falta de estímulo para otros combustibles importantes como el diésel podría neutralizar este efecto en ciertos sectores de la economía”.

 

Este ajuste fiscal nos recuerda la complejidad de mantener un equilibrio entre las finanzas públicas, el impacto económico y las necesidades de los ciudadanos, en un contexto de incertidumbre global.