En conmemoración de los 10 años y tres meses de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, madres y padres de los normalistas se reunieron en la Basílica de Guadalupe para participar en una misa especial. Este acto estuvo cargado de simbolismo y fue liderado por el obispo emérito Raúl Vera, quien alentó a las familias a mantener viva su lucha por la verdad y la justicia.
Durante su homilía, el obispo Vera enfatizó el impacto que esta lucha ha tenido en la conciencia colectiva de México. “No se cansen, sean firmes y sigan buscando la verdad. Es un gran beneficio que ustedes le dan a nuestra patria, para que sepan las autoridades que no pueden quedar impunes sus atrocidades”, declaró ante un auditorio lleno de familiares, normalistas e integrantes de diversas organizaciones sociales.
El religioso también respaldó las denuncias sobre la implicación del Ejército en los hechos de Iguala y lamentó que las promesas de investigación del ex presidente Andrés Manuel López Obrador no hayan dado los resultados esperados. “Se fue para atrás cuando se dio cuenta que el Ejército era el primer implicado”, subrayó.
Peregrinaje de los familiares
Antes de llegar a la Basílica, las familias realizaron una caminata desde la Glorieta de Peralvillo. Este trayecto estuvo cargado de simbolismo, con pancartas y consignas que recordaban los nombres y rostros de los desaparecidos.
Emiliano Navarrete, padre de José Ángel, compartió su testimonio frente a los asistentes: “Son 10 navidades en las que persiste el vacío y el dolor por la ausencia de nuestros hijos. Pero aquí seguiremos, porque tenemos derecho a saber la verdad y que se haga justicia.”
Por su parte, Mario González, padre de César Manuel, destacó la importancia de la reunión programada con la presidenta Claudia Sheinbaum en febrero de 2025. En sus palabras, “Es preocupante que no se hable de las órdenes de aprehensión pendientes ni de los documentos que el Ejército tiene bajo su poder. Necesitamos un plan claro y acciones concretas para avanzar.”
Exigencias hacia el gobierno federal
Los padres también manifestaron su descontento con la permanencia de Arturo Medina como subsecretario de Derechos Humanos y Rosendo Gómez como fiscal especial para el caso. Mario González criticó su gestión y aseguró: “Desafortunadamente tenemos pruebas de que no se ha hecho nada relevante.”
Además, se mostraron preocupados por la falta de avances en la liberación de los 800 folios con información crucial que permanecen en manos del Ejército.
Los familiares adelantaron que durante 2025 continuarán con movilizaciones mensuales y diversas protestas hasta obtener respuestas claras sobre el paradero de los estudiantes. Este compromiso fue reafirmado por Emiliano Navarrete, quien declaró: “No descansaremos hasta encontrar a nuestros hijos. Esta lucha es por ellos, por nosotros y por el país entero.”
El evento también fue un recordatorio de la importancia de la solidaridad social. Ana Martínez, integrante de una organización de derechos humanos presente en la misa, instó a la ciudadanía a no olvidar este caso: “La lucha de estas familias es también nuestra lucha. No podemos permitir que la impunidad siga siendo la norma.”
La misa por los 43 en la Basílica de Guadalupe no solo fue un acto de fe, sino también un recordatorio del compromiso y la resiliencia de las familias afectadas. A pesar del tiempo transcurrido, el dolor y la esperanza continúan siendo motores para exigir justicia y verdad. Este acto reafirma que el caso Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta en la sociedad mexicana, una herida que solo sanará con la verdad y la justicia.