En México, la reciente ola de apagones continúa causando inconvenientes en al menos cuatro estados del país, afectando a miles de hogares y negocios. Desde la ciudad de Puebla hasta las comunidades de Tamaulipas, Guanajuato y el Valle de México, las cortes de energía han interrumpido la vida cotidiana y han generado preocupación entre los ciudadanos.
El incremento en la demanda de energía, atribuido al uso intensivo de electrodomésticos para mitigar el calor, ha sido señalado como la causa principal de estos fallos en el suministro eléctrico. El Sistema Interconectado Nacional (SIN) ha tenido dificultades para mantener la estabilidad debido a esta sobrecarga y a la salida de línea de algunas centrales generadoras de energía.
En Tamaulipas, específicamente en Matamoros, los residentes han experimentado interrupciones intermitentes, mientras que en San Miguel de Allende, Guanajuato, el servicio se interrumpió por completo alrededor de las 7:30 de la noche del 8 de mayo, afectando a múltiples colonias. En Puebla, por segundo día consecutivo, amplias zonas han quedado sin luz, lo que ha causado molestias y preocupaciones entre la población.
La situación en el Estado de México y la Ciudad de México ha sido similar, con múltiples municipios y alcaldías reportando cortes significativas. Colonias enteras han quedado en penumbras, afectando tanto la seguridad vial como la seguridad pública. La Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha hecho un llamado a los ciudadanos para hacer un uso medido de la energía, en un intento por estabilizar la red y evitar más interrupciones.
La respuesta a estos apagones no solo requiere una acción inmediata para restaurar el servicio, sino también una evaluación a largo plazo de la infraestructura energética del país y las políticas de gestión de la energía. Mientras tanto, la población afectada se mantiene en alerta ante la posibilidad de más cortes y las implicaciones que estos pueden tener en su vida diaria.
