La selección del próximo titular de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México ha generado inquietud debido a la baja participación en el proceso, con tan solo nueve aspirantes registrados hasta el momento. Durante una sesión de trabajo entre diputados de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) y el Consejo Judicial Ciudadano (CJC), se discutió el impacto de este bajo número de postulantes en la transparencia y legitimidad del proceso.
El diputado Royfid Torres (Movimiento Ciudadano) expresó su preocupación por la falta de interés, señalando que esto refleja una desconexión entre la ciudadanía y los procesos de selección de cargos importantes como este. Torres mencionó que la percepción de que los resultados ya están predestinados desincentiva a los posibles candidatos a participar: “Se ha escuchado mucho que son procesos que, al final, ya se conocen los resultados, y eso desincentiva la participación y confianza”. A su vez, hizo un llamado a fortalecer la confianza en el proceso para fomentar una mayor participación.
Por su parte, Jesús Sesma, presidente de la JUCOPO y coordinador del Partido Verde, apuntó que lo más relevante no es la cantidad de postulantes, sino la capacidad y profesionalismo de los aspirantes. Agregó que el proceso de selección, liderado por el CJC, ha sido transparente y confiable, a pesar de las críticas externas. En su intervención, destacó que los legisladores podrían haber promovido más activamente el proceso para atraer a más candidatos.
Jorge Nader Kuri, presidente del CJC, también abordó la situación, reconociendo que esperaban más participación. En su análisis, mencionó que los requisitos para el cargo de Fiscal son complejos, pues exigen experiencia en dependencias de gobierno y en la elaboración de políticas públicas, lo que podría estar limitando las postulaciones. Además, subrayó que la falta de confianza en las instituciones es otro factor que podría estar influyendo en la baja inscripción.
A pesar de la baja participación, el proceso sigue adelante. El CJC realizará entrevistas y exámenes de control de confianza a los aspirantes, y, tras evaluar los resultados, enviará una terna con los tres mejores candidatos a la jefa de gobierno, Clara Brugada, para la designación final.
Este proceso pone de manifiesto la importancia de generar confianza en las instituciones y en los mecanismos de selección pública, fundamentales para la democracia en la capital.