6 noviembre, 2024

 

El proyecto del segundo piso para peatones y ciclistas en la calzada de Tlalpan está generando opiniones divididas entre vecinos, comerciantes y expertos. Anunciado por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, la obra busca mejorar la movilidad y la seguridad para ciclistas en una de las avenidas más transitadas de la Ciudad de México. La propuesta contempla la construcción de una vía elevada que conectaría el sur y el norte de la ciudad, pasando sobre la Línea 2 del Metro, entre Taxqueña y el Centro Histórico.

 

Uno de los principales objetivos del proyecto es brindar un espacio seguro para los ciclistas, quienes actualmente se enfrentan a altos riesgos viales, pero algunos comerciantes, como Daniel Sánchez, dueño de una taquería en la zona, temen que sus negocios se vean afectados. “Es necesario que los ciclistas tengan su espacio, pero podría alejar a nuestros clientes“, comentó, preocupado por la disminución del flujo peatonal a nivel de calle.

 

Por otro lado, Areli Carreón, fundadora de Bicitekas, expresó dudas sobre la viabilidad del proyecto. Según su experiencia, las infraestructuras elevadas para peatones y ciclistas suelen ser subutilizadas y, si no reciben el mantenimiento adecuado, pueden convertirse en espacios inseguros. “Estas estructuras tienden al abandono si no se cuidan, lo que genera problemas de seguridad y limpieza”, explicó.

 

En contraste, Antonio Cabrera, urbanista y promotor del proyecto Movi, defendió la idea de que una ciclovía elevada puede ser una solución efectiva para la movilidad masiva. Según él, el proyecto podría integrar diferentes medios de transporte, como el Metro, el Metrobús y el Cablebús, brindando opciones seguras y rápidas para la ciudadanía. “El éxito radica en que se diseñen rampas de ascenso y descenso en puntos clave”, indicó.

 

Los residentes también han manifestado su preocupación por la falta de iluminación y seguridad en la zona, lo que, junto con el tráfico adicional que podría generar la obra, es un tema recurrente. Además, hay escepticismo sobre si esta inversión millonaria realmente logrará mejorar la calidad de vida en la zona o si se convertirá en una infraestructura subutilizada.

 

Clara Brugada ha afirmado que el proyecto será parte de una estrategia más amplia para derribar barreras en la ciudad y hacerla más inclusiva. Resta ver si el segundo piso ciclista de Tlalpan logra cumplir con esas expectativas o se convierte en otro experimento urbano polémico.