Permisionarios de taxis del Aeropuerto de la Ciudad de México piden a la presidenta Claudia Sheinbaum que regrese a la Guardia Nacional a la terminal aérea, misma que fue desplazada por la Marina, para que cumpla con sus funciones de ordenar el servicio de taxis y evitar así que se siga violando la ley.
Los permisionarios informan que autoridades del aeropuerto controlados por la Marina desplazaron a la Guardia Nacional y pusieron a agentes de tránsito cuyo objetivo ha sido obstruir abiertamente el trabajo de los permisionarios autorizados, al grado de quitarles su tarjetón y llevar sus unidades a confinamiento de forma permanente.
Tal parece, advierten, que existen ordenes de autoridades aeroportuarias de que los taxis de aplicación sean los beneficiados con estas decisiones, ya que incluso han dado paso a un proceso constante de inmovilización de las unidades de los permisionarios.
Dicho saqueo permitido por las autoridades, aseguran, ha venido mermando la actividad de más de la mitad de los permisionarios del servicio de taxis del aeropuerto capitalino.
Explican que incluso en el aeropuerto se han puesto algunos cartelones de ascenso y descenso que abiertamente dejan “cargar” a los taxis de aplicación, quienes incluso han admitido que dicha concesión ha sido propiciada por el capitán Moisés Alfonso Magallanes, subdirector de Terminal y de Supervisión de Transportación Terrestre el este aeropuerto.
Los permisionarios aseguran que este funcionario recibe “disimuladamente y en lo oscurito” a representantes de empresas de taxis de aplicación como Uber y Didi, entre otras, a diferencia de lo que hace con los permisionarios autorizados.
“Cada vez que los permisionarios van a pedir una explicación, el capitán Magallanes se rehúsa, ni siquiera a recibir oficios, ni información, y siempre se niega a tener una conversación sana, ya que incluso manda a su secretaria particular a que sea grosera con cualquiera de nuestros representantes”.
Debido a lo anterior, los permisionarios solicitan que se haga una revisión de todos los expedientes que han sido firmados por el capital Magallanes, ya que hasta ahora no contesta ningún oficio y quien lo hace es la apoderada legal del aeropuerto, Rocío Gabriela Sotelo, quien evidentemente no tiene facultades para hacerlo y con ello está usurpando una función que le corresponde sólo a Moisés Alfonso Magallanes.
De igual forma denuncian que la llamada Revista que aplicará este funcionario para supuestamente mejorar el servicio a los pasajeros con unidades estéticamente mejor presentadas y mejores condiciones mecánicas, tiene en el fondo el objetivo de que por lo menos mil unidades autorizadas no cumplan con diversas exigencias administrativas y de pepeleo “fuera de lugar”, y queden por ello inmediatamente sin posibilidad de trabajar, lo que implicaría un fuerte golpe a estos empresarios mexicanos.
Asimismo, aclararon que la postura del subdirector de Terminal y de Supervisión de Transportación Terrestre de este aeropuerto, dista mucho de la que ha tenido su jefe el almirante Juan José Padilla Olmos, director general de AICM.
El director Padilla Olmos, concluyen, ha mostrado una actitud abierta e inclusiva, por lo que ello indica que son los llamados mandos medios del Aeropuerto son lo que realizan el trabajo corrupto y violatorio de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal y su Reglamento.

