6 julio, 2024

A pesar de las recientes lluvias que han traído un alivio temporal a la región, el Valle de México continúa enfrentando una severa crisis hídrica. El Sistema Cutzamala, vital para el suministro de agua  en el Valle de México, muestra una recuperación moderada que aún está lejos de resolver el problema a largo plazo. Este complejo de presas, crucial para el sustento de la metrópoli, refleja la urgencia de abordar la gestión del agua con soluciones sostenibles y eficaces.

 

El Sistema Cutzamala, que incluye las presas El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria, ha sido particularmente afectado por la sequía prolongada, pero a pesar de las recientes tormentas tropicales “Alberto” y “Chris”, que han incrementado las precipitaciones, el nivel de llenado del sistema solo ha alcanzado el 26.9% de su capacidad total. Para poner en contexto, el nivel histórico promedio de llenado es del 58.7%, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 

Patricia Labrada, directora técnica del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), señaló que, aunque las recientes lluvias han mejorado los niveles, la situación sigue siendo crítica. “El almacenamiento actual de las presas del Sistema Cutzamala es de 210.6 millones de metros cúbicos, lo cual es mayor a lo que teníamos la semana pasada”, afirmó Labrada.

 

Junio de 2024 se ha registrado como el más lluvioso desde 1941, con un acumulado de 148.7 milímetros de lluvia, lo que representa un 49% más que el promedio habitual. Estas lluvias han beneficiado temporalmente a las presas, pero los expertos advierten que no son suficientes para revertir años de déficit hídrico.

 

Humberto Marengo Mogollón, subdirector general técnico de Conagua, comentó sobre la necesidad de mantener precauciones. “A pesar de las mejoras observadas, debemos estar preparados para más fenómenos hidrometeorológicos que podrían impactar los niveles actuales”, dijo Marengo.

 

La crisis del agua en el Valle de México es multifacética, involucrando no solo la variabilidad climática sino también cuestiones de infraestructura y gestión. El gobierno y las autoridades locales están intensificando esfuerzos para mitigar los efectos a través de varias medidas, incluyendo la mejora de la infraestructura de las presas y la implementación de programas de conservación de agua.

 

Además, las autoridades han iniciado campañas para concientizar sobre el uso racional del agua y están explorando alternativas tecnológicas para optimizar el almacenamiento y distribución del recurso hídrico.

 

La solución a la crisis hídrica en el Valle de México requiere un enfoque integral que incluya la gestión sostenible del agua, la inversión en infraestructura verde y la adopción de políticas que fomenten la resiliencia climática.

 

El aumento en la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos debido al cambio climático hace imperativo que las estrategias no solo se centren en la respuesta inmediata, sino también en la adaptación y mitigación a largo plazo.

 

Mientras el Valle de México celebra las lluvias recientes como un respiro temporal, la realidad subyacente es que la crisis hídrica sigue siendo una amenaza persistente. La colaboración entre el gobierno, la comunidad científica y los ciudadanos será crucial para navegar este desafío y asegurar un futuro sostenible en términos de recursos hídricos para la región.