28 septiembre, 2024

 

En un mundo cada vez más amenazado por riesgos como el cambio climático, la pobreza y los conflictos armados, los líderes de los 193 países de la ONU adoptaron el “Pacto para el Futuro de la Humanidad”. Este acuerdo tiene como objetivo enfrentar los crecientes desafíos existenciales que amenazan al planeta, aunque contó con la oposición de naciones como Rusia, Venezuela y Nicaragua.

 

Durante la cumbre que dio inicio a los debates anuales de la Asamblea General de la ONU, el secretario general, António Guterres, afirmó que “los desafíos del siglo XXI deben ser resueltos con soluciones del siglo XXI”. Con esta declaración, subrayó la importancia de abordar problemas actuales con una perspectiva moderna, apoyada en las 56 acciones incluidas en el Pacto.

 

Entre los temas clave que abarca este acuerdo se encuentran la paz, el respeto al derecho internacional, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, la estructura financiera global y el cambio climático. Además, el Pacto explora áreas más innovadoras, como el impacto de la inteligencia artificial y su regulación.

 

António Guterres describió el Pacto como una “caja de herramientas” para reparar el mundo, abriendo nuevas oportunidades y posibilidades para construir un futuro más justo y seguro. A pesar de no ser un documento legalmente vinculante, su adopción por consenso representa un compromiso global para enfrentar los problemas más apremiantes del planeta.

 

 

Sin embargo, no todos los países estuvieron de acuerdo con este acuerdo. Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Bielorrusia se opusieron al texto. El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Vershinin, expresó su desacuerdo, afirmando que “nadie está contento con este texto”. A pesar de estas objeciones, líderes como el canciller alemán Olaf Scholz criticaron la postura rusa, acusándola de intentar bloquear el proceso.

 

Además del Pacto para el Futuro, los Estados miembros también aprobaron el Pacto Digital Global, que busca reducir la brecha digital y desarrollar tecnologías seguras para el beneficio de todos. Este acuerdo incluye un enfoque especial en la inteligencia artificial, comprometiendo a los países a crear un Grupo Científico Internacional que promoverá el diálogo sobre los riesgos y oportunidades de las nuevas tecnologías.

 

 

La adopción de estos acuerdos representa un paso hacia un futuro más equitativo y seguro para la humanidad, en un momento en que la cooperación global es más crucial que nunca.