El presidente venezolano, Nicolás Maduro, juró este viernes su tercer mandato consecutivo, en un contexto marcado por acusación de fraude electoral, sanciones internacionales y una fuerte división política en el país. La ceremonia se llevó a cabo en el Parlamento, controlado por el chavismo, con estrictas medidas de seguridad y un despliegue militar masivo en Caracas.
Maduro declaró que este nuevo período presidencial será el “período de la paz”, mientras sus críticos y organismos internacionales califican su reelección como ilegítima. “Juro con el pueblo venezolano que este será un gobierno para la estabilidad y la prosperidad del país”, afirmó el mandatario ante el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez.
En contraste, Washington y Londres emitieron comunicado rechazando la legitimidad del nuevo mandato, mientras que Estados Unidos aumentó las sanciones contra altos funcionarios venezolanos y subió a 25 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro y otros líderes clave, como Diosdado Cabello y Vladimir Padrino.
Detención breve de la líder opositora María Corina Machado
La jornada anterior estuvo marcada por la denuncia de una breve detención de María Corina Machado, líder opositora. Según su equipo político, fue retenida por la fuerza tras participar en una protesta contra la investidura de Maduro. Aunque el gobierno negó el incidente, calificándolo de “invento mediático” , el hecho generó condenas internacionales y solidaridad hacia Machado.
“¡No tenemos miedo!”, expresó Machado al reaparecer públicamente, prometiendo continuar con la lucha por la democracia en Venezuela.
Sanciones y cierre de fronteras
En paralelo, el gobierno venezolano cerró sus fronteras terrestres y espacio aéreo con Colombia, argumentando la existencia de una “conspiración internacional”. Las denuncias de posibles planes para derrocar a Maduro han sido frecuentes, aunque Estados Unidos y Colombia han negado cualquier implicación.
En el horizonte, Maduro enfrenta múltiples desafíos, desde una propuesta de reforma constitucional que ha generado preocupación entre expertos por posibles restricciones a las libertades, hasta la crisis económica y humanitaria que ha obligado a más de siete millones de venezolanos a migrar, según cifras de la ONU.
Con Donald Trump de regreso a la presidencia de Estados Unidos, se prevé un endurecimiento de las políticas contra Venezuela, incluyendo posibles nuevas sanciones y medidas económicas.
