21 noviembre, 2024

El mundo de la música y el teatro en España se vio sacudido tras la detención de Nacho Cano, exintegrante del icónico grupo Mecano, acusado de contratar a inmigrantes en situación irregular para su musical “Malinche”. Esta noticia ha generado un torbellino de reacciones, con Cano en el centro de una tormenta mediática y legal que parece tener tintes de drama tanto dentro como fuera del escenario.

 

A propósito de varias denuncias interpuestas hace meses por jóvenes bailarines procedentes de México que eran seleccionados para participar en el musical “Malinche”, este martes, agentes de la Policía Nacional de España procedieron a detener a Cano bajo sospechas de favorecimiento de la inmigración ilegal y violaciones a los derechos laborales. Según reportes, la detención ocurrió tras múltiples denuncias de jóvenes bailarines, principalmente procedentes de México, quienes acusaron al músico de condiciones laborales injustas y de explotación.

 

 

Cano fue liberado horas más tarde, pero quedó en libertad con cargos, enfrentando un futuro incierto con citas judiciales pendientes. La polémica no solo gira en torno a las acusaciones legales, sino también al contexto político y social que el propio Cano ha destacado en su defensa.

 

Nacho Cano rompe el silencio al respecto

En una reciente rueda de prensa y en declaraciones a medios, Cano ha sido vehemente en su defensa, calificando la operación policial como “sucia y asquerosa”. Comparó las tácticas de la policía con las de la Stasi, la infame policía secreta de la Alemania Oriental, sugiriendo que su detención tiene motivaciones políticas debido a su amistad con figuras políticas conservadoras como Isabel Díaz Ayuso.

 

Cano enfatizó que el programa de becas que maneja con la Casa de México en Madrid es completamente legal y beneficioso para los jóvenes involucrados. Según él, estos becarios reciben alojamiento, una beca de 500 euros y alimentación, aseverando que su objetivo ha sido siempre el de ofrecer oportunidades y no explotar a nadie.

 

 

Durante la mencionada rueda de prensa, Cano estuvo acompañado por diecisiete de los “becarios” mexicanos, quienes apoyan al músico en su confrontación con la justicia española. Este gesto ha sido interpretado de diversas maneras, con críticos cuestionando si realmente representa una defensa sólida o una táctica de relaciones públicas.

 

La situación de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, también fue mencionada por Cano, quien sugiere que su caso es una distracción de otras cuestiones políticas más sensibles en España.

 

El musical “Malinche”, que se ha presentado en Madrid desde 2022, enfrenta ahora un futuro incierto. La controversia ha puesto en duda la continuidad de las presentaciones, afectando no solo a Cano sino a todo el elenco y equipo involucrado.

 

La detención de Nacho Cano no solo es un episodio legal, sino que se inscribe en un contexto más amplio de debates sobre inmigración, derechos laborales y las tensiones políticas en España. Mientras que algunos ven a Cano como víctima de un juego político más grande, otros consideran que es esencial garantizar que los derechos de todos los trabajadores, independientemente de su origen, sean respetados en cualquier industria.