21 noviembre, 2024

Este capítulo político es digno de película, porque entre ataques, persecuciones, detenciones, bloqueos y un sin fin de tensiones, por fin Morena y sus aliados pueden celebrar la Reforma Judicial. Será el tiempo el que marque si la justicia verdaderamente se aplica sin importar color, partido, credo o condición, y no solo se usó para favorecer a modo otros intereses.

 

Ahora, gracias al apoyo que logró la 4T en  la última elección y sus artilugios políticos, en México será recordada la forma como el Congreso de la Unión aprobó la Reforma Judicial; que es solo una muestra de cómo será la dinámica legislativa en los próximos años, donde los mexicanos conoceremos los resultados y su impacto en el mediano y largo plazo,

 

En una sesión histórica marcada por protestas, tensiones políticas y el traslado a una sede alterna, el Senado de la República aprobó la reforma al Poder Judicial, una iniciativa que cambiará de manera significativa la estructura del sistema judicial en México. La reforma permitirá que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados de circuito y jueces de distrito sean elegidos por voto popular a partir del año 2025.

 

Proceso legislativo bajo fuego

El bloque mayoritario compuesto por Morena, Partido Verde y PT logró reunir 86 votos a favor de la reforma, alcanzando la mayoría calificada necesaria para su aprobación. Esta victoria se dio en medio de la ausencia del senador emecista Francisco Daniel Barreda y el apoyo inesperado del panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien se alineó con la propuesta oficialista, generando sorpresa en su bancada.

 

 

Por otro lado, la oposición conformada por el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano trató de frenar el proceso legislativo en diversas ocasiones, presentando 79 reservas en la discusión, sin embargo, la aplanadora oficialista avanzó sin ceder, rechazando gran parte de estas reservas en una sesión que se prolongó hasta la madrugada.

 

“No tienen la mayoría calificada. Ustedes la arrebataron con trampas, corruptelas y chantajes”, declaró la senadora priista Carolina Viggiano desde la tribuna, en uno de los momentos más tensos de la sesión. Sus palabras fueron secundadas por varios miembros de la oposición que señalaron la falta de transparencia en el proceso.

 

Protestas dentro y fuera del Senado

El clima en las calles aledañas a la antigua sede del Senado, la Casona de Xicoténcatl, reflejaba la profunda división social respecto a la reforma. Cientos de manifestantes, incluyendo trabajadores del Poder Judicial, estudiantes de derecho y abogados, se enfrentaron con un numeroso contingente de policías que había sido desplegado para contener a los inconformes. Los enfrentamientos incluyeron el uso de gases lacrimógenos y polvo químico por parte de las fuerzas de seguridad.

 

 

Al interior del recinto, las tensiones no fueron menores. Los senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano tomaron la tribuna en varias ocasiones intentando suspender la sesión, lo que generó que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, acortara el procedimiento legislativo y apurara la votación en lo general antes de la medianoche. “No suspenderemos la sesión, aun en medio de gritos”, declaró Fernández Noroña, desatando la indignación de la oposición.

Cambios estructurales al Poder Judicial

La reforma aprobada supone un cambio sin precedentes en la historia judicial de México. A partir de 2025, los ciudadanos podrán elegir a los jueces y magistrados a través de votaciones populares. Según la nueva legislación, habrá 849 plazas que estarán sujetas a votación, lo que ha generado tanto expectativas como preocupaciones entre los expertos.

 

En su intervención, el senador Ricardo Monreal, líder de los diputados de Morena y uno de los principales promotores de la reforma, afirmó que “el proceso legislativo ha sido escrupuloso y está blindado ante cualquier impugnación”. Monreal insistió en que no hay posibilidad de que los recursos legales que interponga la oposición procedan, ya que, en su opinión, “no existe amparo, controversia constitucional o acción de inconstitucionalidad que pueda frenar una reforma constitucional”.

 

 

No obstante, la oposición no se quedó callada. La senadora Guadalupe Murguía, del PAN, lanzó una dura crítica al oficialismo, comparando la reforma con episodios oscuros de la historia de México. “Hoy se inscriben nuevos nombres en el muro de la vergüenza junto a otros como Antonio López de Santa Anna y Victoriano Huerta”, afirmó en su discurso, augurando “momentos muy oscuros para México”.

 

Reacciones divididas

La reforma ha generado un amplio debate en la sociedad mexicana. Mientras algunos sectores aplauden la democratización del Poder Judicial, otros advierten sobre los riesgos de politizar a los jueces y magistrados. El senador Monreal insistió en que “esta reforma es necesaria para que el Poder Judicial responda a las necesidades del pueblo y no de una élite”. En contraste, la senadora Viggiano acusó a Morena de “quebrar el equilibrio de poderes” con esta reforma.

 

Los empresarios también han manifestado su preocupación, especialmente tras los comentarios de inversionistas estadounidenses que han puesto en pausa inversiones por 13 mil millones de dólares en México debido a la incertidumbre jurídica que genera la reforma. A pesar de estos señalamientos, Monreal fue claro en su mensaje: “No aceptaremos presiones del extranjero”.

 

Futuro del Poder Judicial

Con esta reforma, los magistrados de circuito y jueces de distrito durarán en su cargo nueve años y podrán ser reelectos de manera consecutiva. Además, no podrán ser reasignados fuera de su circuito judicial salvo en casos excepcionales. Los jueces podrán ser removidos de sus cargos conforme a los procedimientos establecidos en la nueva ley, y los ciudadanos tendrán un rol activo en la selección de los candidatos a través de un proceso de evaluación.

 

A partir de 2025, los aspirantes a ocupar un puesto como ministro de la Suprema Corte, magistrado o juez deberán competir en un proceso abierto, que incluirá una evaluación de sus capacidades por parte de sus colegas, vecinos y ciudadanos.

 

La aprobación de la reforma al Poder Judicial es solo el primer paso de lo que promete ser un largo proceso de implementación y adaptación en el sistema judicial mexicano. Mientras los senadores continúan discutiendo las reservas y las calles se llenan de manifestantes, el futuro del Poder Judicial en México parece incierto.