Con la mirada puesta en la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, la Secretaría de Economía de México está finalizando los lineamientos para una nueva política industrial sectorial. Según Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría, el objetivo es modernizar y adaptar las cadenas globales de valor para fortalecer la integración regional con América del Norte.
Durante su discurso en el Foro México 2024-2030: Consolidando el Potencial Económico, Buenrostro destacó que la vinculación económica de México con América del Norte es profunda y estable, subrayando la importancia de mantener esta integración independientemente de los resultados en las próximas elecciones en Estados Unidos y México.
La famosa cláusula sunset del T-MEC exige que el tratado sea revisado cada cinco años por los tres países miembros para evaluar su implementación y hacer ajustes si es necesario. Buenrostro enfatizó que la revisión no solo es una oportunidad para abordar las preocupaciones particulares de cada país, sino también para garantizar la continuidad y la certeza jurídica para las inversiones futuras.
Además, la Secretaría de Economía está trabajando en estrecha colaboración con el sector privado para identificar los aspectos clave del T-MEC que podrían requerir modificaciones. Estos esfuerzos se centran en sectores prioritarios como semiconductores, electromovilidad y dispositivos médicos, para los cuales se están desarrollando programas sectoriales específicos.
Buenrostro también reveló que pronto se hará público un programa de trabajo que incluirá la cooperación con el sector privado, destacando la interdependencia de las cadenas de valor que conectan a México con el resto de América del Norte. Este programa busca asegurar que México no solo esté preparado para la revisión del T-MEC, sino que también esté en posición de influir en su evolución para beneficiar a la región.
En suma, el gobierno de México está tomando medidas proactivas para asegurar que la próxima revisión del T-MEC refleje las necesidades económicas actuales y futuras del país, fortaleciendo así su posición en el contexto económico de América del Norte.