Una investigación reciente realizada por el Instituto Ipsos y publicada por Luminate revela que el 55% de las personas en América Latina están a favor de regular la inteligencia artificial (IA), un porcentaje que aumenta considerablemente a medida que se incrementa el conocimiento sobre la herramienta.
México encabeza esta tendencia, con un 72% de los encuestados que comprenden bien la IA apoyando su regulación. Le siguen Colombia con 67%, Brasil con 64% y Argentina con 65% .
Mayor conocimiento, mayor percepción de riesgo.
El estudio, titulado “Democracia: Percepciones sobre inteligencia artificial y democracia en Argentina, Brasil, Colombia y México” , también mostró que un mayor conocimiento de la IA incrementa la percepción de riesgos asociados a su uso.
Por ejemplo, el 40% de las personas cree que la inteligencia artificial podría afectar la integridad electoral en sus países. Esta cifra sube a 47% entre quienes tienen un buen entendimiento de la IA. México ocupa el tercer lugar en este aspecto con 47% , detrás de Brasil ( 52% ) y Colombia ( 51% ), pero por delante de Argentina ( 39% ).
Asimismo, el 37% de los encuestados señalaron que la IA podría agravar las desigualdades sociales y económicas en la región. La cifra se eleva a 43% en México entre los que tienen mayor conocimiento. Brasil lidera con un 52% , seguido de Colombia (44%) y Argentina (37%).
¿Están los países preparados?
Menos de un tercio de los encuestados (28%) consideran que sus países están listos para enfrentar los desafíos y oportunidades que plantea la inteligencia artificial. Sin embargo, México es el país con mayor confianza, con un 33% de sus ciudadanos confiando en que el país tiene la capacidad para adaptarse a los retos de la IA. En contraste, Brasil alcanzó un 29%, Argentina un 28% y Colombia el 23%.
El estudio destaca la necesidad de actuar con responsabilidad para evitar errores pasados relacionados con otras tecnologías, como las redes sociales. Felipe Estefan, vicepresidente de Luminate para América Latina, advirtió:
“Con la IA, tenemos la oportunidad de aprender de los errores que hemos cometido con las plataformas de redes sociales, donde las consecuencias de la falta de rendición de cuentas se sienten en toda nuestra región; desde la difusión incontrolada de desinformación y discursos de odio hasta el aumento de la polarización y la vigilancia”.
¿Qué sigue?
El creciente interés por la inteligencia artificial en América Latina refleja no solo su impacto tecnológico, sino también su capacidad de influir en temas sociales, políticos y económicos. La región enfrenta el reto de equilibrar la innovación y el control para garantizar que la AI beneficie a la población y no profundice las desigualdades existentes.