El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, confirmó que México está entrando en una fase de negociación con el equipo de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, para evitar impactos negativos en la economía nacional. Este anuncio llega después de una llamada entre la presidenta Claudia Sheinbaum y Trump, en la que discutieron temas prioritarios para ambos países.
Ebrard advirtió que de cumplirse la promesa de Trump de imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas, las consecuencias serían graves, especialmente para la industria automotriz. Empresas como Ford, General Motors y Stellantis, junto con su cadena de proveeduría en México, perderían competitividad frente a sus rivales chinos, lo que afectaría tanto a México como a Estados Unidos. “Es un tiro en el pie para la industria automotriz y de autopartes, ya que no resistirían esos costos”, enfatizó el funcionario.
En los próximos días, el gobierno de México se sentará con el equipo de Trump para definir estrategias claras y evitar especulaciones. Este esfuerzo busca reducir rápidamente la incertidumbre económica antes de la toma de posesión del nuevo gobierno estadounidense, según Ebrard.
El T-MEC será uno de los temas clave en las negociaciones, ya que ha demostrado ser una herramienta crucial para el comercio regional. Desde su implementación, el tratado ha generado un incremento del 48% en el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, consolidando a la región como un bloque competitivo en el ámbito global.
El funcionario también resaltó que estas negociaciones podrían tener un impacto positivo si se logran acuerdos importantes antes de que Trump asuma el poder. “Esperamos obtener claridad sobre sus planes en diversos temas y avanzar hacia soluciones que beneficien a ambas naciones”, señaló.
Con este panorama, México se prepara para enfrentar uno de los retos más importantes en la relación bilateral con Estados Unidos, defendiendo los intereses de su economía y buscando mantener la estabilidad en sectores clave como el automotriz.
Las próximas semanas serán decisivas para conocer el rumbo de estas negociaciones y el impacto que tendrán en la economía de ambos países.