Un acontecimiento suscitado recientemente, lleva a reflexionar sobre el boom de la era digital, los dispositivos inteligentes y las redes sociales. Es conocido que los hábitos de uso como de consumo y la forma de relacionarse en distintos ámbitos de la vida, si bien tiene sus beneficios, también ha puesto sobre la mesa el desarrollo de conductas que cruzan los límites del llamado buen juicio.
Entre la población impera una necesidad de hacer pública la vida personal y social, ganar seguidores y monetizar a costa de lo que sea, interactuar y establecer relaciones amistosas y amorosas con desconocidos, observar a través de redes a personas o estilos de vida que en realidad son inexistentes, hacer críticas o amenazas blindadas por identidades falsas; o bien, estar en una constante búsqueda de nuevos retos y nuevas experiencias.
Estas conductas y situaciones muestran a una sociedad en la que se ha desdibujado el límite entre lo público y privado, lo real y falso, sumar seguidores o tener amigos, generar entretenimiento o buscar monetizar, y conocer nuevas experiencia o arriesgarse en la búsqueda.
Y para muestra un botón, este fenómeno social y tecnológico no ha sido ajeno al transporte público masivo más importante, el Metro de la Ciudad de México, se ha visto viralizado en redes sociales por videos contrastantes en su contenido. Por un lado sorprendió ver a una usuaria común que decidió compartir su viaje en Metro vestida de quinceañera para llegar a su celebración.
También sorprendió el video de una chica extranjera generadora de contenidos, que viaja en el Metro capitalino para compararlo con el de Nueva York, concluyendo que el mexicano es mejor en distintos aspectos.
Y por otro lado está, el caso más reciente, cuando a principios del mes de julio circuló en redes un video de tinte sexual que se grabó en una de líneas del Metro dela Ciudad de México por una generadora de contenido para adultos, conocida como Luna Bella; hechos que actualmente están bajo revisión, para proceder según corresponda.
Una situación que si bien sorprendió por el tipo de contenido, también generó controversia al registrar comentarios a favor y en contra, toda vez que el video, fuera de toda lógica, fue grabado en un transporte público durante el horario de servicio al público.
El hecho, llevó al Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México (STC) Metro, a reaccionar y emitir una respuesta a través de la Dirección de Medios, encabezada por Julio Iver Martínez Toledo, donde se enfatizó la importancia de mantener un entorno seguro y respetuoso para todos los usuarios.
“Se conmina al público usuario a denunciar cualquier situación anómala durante su viaje, a fin de evitar el mal uso de las instalaciones”, destacó el organismo.
Por otra parte, el Metro identificó que el video en cuestión pertenece a cuentas privadas donde se promueven contenidos de tinte sexual, con la posible participación de personas que, de manera consensuada, actúan para la grabación, no siendo usuarios regulares del servicio; no obstante, reprobó el uso de las instalaciones para generar contenido viral o que busque popularidad y “likes” en redes sociales.
“Es fundamental no compartir este tipo de material en redes sociales, ya que promueve conductas inapropiadas y no contribuye a mantener un ambiente seguro para todos los usuarios”, señaló la respuesta que lanzó la dirección de Medios, que está bajo la titularidad de Julio Iver Martínez.
A partir de lo acontecido, el STC informó que como medida adicional a las acciones ya implementadas para prevenir incidentes delictivos en la red, el Metro reforzó la vigilancia y los rondines en los trenes, especialmente durante las horas nocturnas. Medida que tiene como propósito disuadir cualquier tipo de actividad anómala que pueda ocurrir dentro de las instalaciones.
“Exhortamos a todos los usuarios a denunciar cualquier práctica ilícita que presencien durante su viaje. La colaboración de la comunidad es fundamental para mantener la seguridad y el orden en nuestros servicios”, concluyó la respuesta del Metro.
Tras el incidente con el caso Luna Bella, las autoridades del Metro reiteraron su compromiso de garantizar un transporte público seguro y respetuoso para todos.
La realidad es que se ha vuelto tan común ver a la ciudadanía portando un celular y perderse en él, o tomarse selfies en compañía o solitario para compartir actividades cotidianas y que se consideran relevantes, o generando contenidos para comercializar, entre muchos otros fines; que ante tales hábitos, lo único cierto, es que en cada una de las personas radica la responsabilidad de lo que genera y divulga por redes sociales. Y con ello, el criterio o no, sobre los límites de lo que se está dispuesto a hacer con tal de sumar “likes”, monetizar y ser viral.