De septiembre de 2023 a octubre de 2024, el programa Conduce sin Alcohol de la Ciudad de México detectó a más de 13,800 infractores que superaron el límite permitido de 0.4 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, según la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Lo alarmante es que entre ellos se encontraron menores de 18 años, quienes no pueden ser sancionados legalmente.
¿Qué ocurre con los menores infractores?
De acuerdo con Wilfrido Lescas Morga, director general de Prevención del Delito de la SSC, los adolescentes detenidos en los puntos de revisión son trasladados a un juzgado especializado, donde permanecen hasta que sus padres llegan por ellos. “Ahí se les explica lo ocurrido y los peligros de manejar en estado de ebriedad,” detalló el funcionario.
Esto se debe a que la Ley de Cultura Cívica establece que los menores no pueden ser sancionados. En cambio, se busca crear conciencia en ellos y en sus familias sobre las graves consecuencias del consumo de alcohol al volante.
Consumo de alcohol entre adolescentes en la CDMX
En la Ciudad de México, el 28.6% de los adolescentes consumen alcohol, una cifra superior al promedio nacional del 20.6%, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut). De estos jóvenes:
- 3.8% tienen entre 10 y 12 años.
- 11% tienen entre 13 y 15 años.
- 32.5% tienen entre 16 y 17 años.
Sanciones para mayores de edad
Los conductores mayores de edad que no aprueban la prueba del alcoholímetro enfrentan arrestos de 20 a 36 horas, el envío del vehículo al corralón y una multa económica de 6,224 pesos (60 UMAs). Además, si reinciden, no pueden obtener la licencia permanente.
El alcoholímetro, que opera los 365 días del año, se refuerza en temporadas clave como fiestas patrias y diciembre. Este programa busca proteger la integridad de conductores y peatones, previniendo accidentes graves.
Peligros del alcohol en adolescentes
Expertos del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA) advierten que el consumo de alcohol en menores altera el desarrollo de las conexiones cerebrales responsables de las emociones y la cognición, aumentando el riesgo de accidentes y problemas a largo plazo.
Las autoridades instan a las familias a estar atentas y prevenir que los jóvenes se expongan a situaciones de alto riesgo.