6 noviembre, 2024

El gobierno de la Ciudad de México tras anunciar la instalación del comité organizador del Mundial 2026, lleva obligadamente a reflexionar si ¿nuestro transporte público está listo para la demanda de usuarios que habrá para esas fechas?. Problemas de movilidad acumulados y quejas de los usuarios, adicional a lo que será la llegada de más de 5 millones de turistas al flujo de pasajeros diarios, una posible crisis de transporte podría frustrar la promesa de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, respecto de “ser los mejores anfitriones”.

 

Crisis de infraestructura y alta demanda

En julio de 2024, el Metro transportó a 95.5 millones de personas, mientras que otros servicios como el Metrobús, Tren Ligero y Trolebús movilizaron a 39 millones, 2 mil y 8 mil pasajeros, respectivamente. A pesar de estas cifras, la alta demanda y el deterioro de la infraestructura, en particular del Metro capitalino,  han generado un servicio cada vez más problemático. Los usuarios reportan deficiencias en el servicio, en las condiciones de instalaciones como de las unidades del transporte público e inseguridad en ciertas rutas.

 

Un indicativo de la situación son los datos que arroja el INEGI, más del 30 por ciento de las estaciones del Metro requerían reparaciones urgentes en 2022, mientras que la Secretaría de Movilidadha informado que el 40 por ciento de las unidades de transporte en la ciudad tienen más de 10 años de antigüedad, lo que contribuye al deterioro general del sistema.

 

Es así que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha dejado claro que su administración se enfocará en la renovación y mantenimiento de las líneas existentes del Metro, un enfoque que sigue los pasos de su predecesora,Claudia Sheinbaum.

 

El sistema de transporte más importante de la capital, el Metro, que moviliza a más de 3.1 millones de personas al día, ha sido objeto de múltiples críticas debido al deterioro de su infraestructura, fallas constantes y problemas de mantenimiento que han afectado la calidad del servicio. Ante este panorama, Brugada ha optado por invertir en la modernización de las líneas más antiguas y problemáticas del sistema, como las líneas 3 y A.

 

Renovación de las líneas más críticas del Metro

Brugada anunció que su administración centrará sus esfuerzos en la Línea 3, que va de Indios Verdes a Universidad, y la Línea A, que conecta Pantitlán con La Paz. Estas dos líneas han presentado serios problemas de mantenimiento en los últimos años, afectando a millones de usuarios que dependen diariamente del servicio.

 

La Línea 3 es una de las más congestionadas del sistema y transportó a 44 millones de usuarios de julio a septiembre de 2024, siendo la segunda línea más utilizada después de la Línea 2, que movió a 54.7 millones de personas en el mismo periodo. Por su parte, la Línea A, que sirve a la zona oriente de la ciudad y al Estado de México, transportó a 17.2 millones de pasajeros durante el mismo lapso.

 

El abandono de estas líneas, que ha sido evidente desde administraciones anteriores, se refleja en la cantidad de fallas y averías reportadas. Solo la Línea 3 acumuló 9, 879 averías en los últimos tres años, que la coloca como una de las líneas más problemáticas del sistema. En este sentido, Brugada ha prometido una intervención profunda en estas rutas, con mantenimiento integral de sus instalaciones, vías y trenes, con el objetivo de mejorar la calidad del servicio y reducir las averías que afectan diariamente a los usuarios.

 

Ampliación de la Línea 12: Proyecto en marcha

Otro de los grandes proyectos que Brugada ha heredado de administraciones anteriores es la ampliación de la Línea 12, también conocida como la Línea Dorada. Esta línea, que conecta Mixcoac con Tláhuac, está en proceso de ampliación hasta la estación Observatorio, una obra que comenzó en 2015 bajo el mandato de Miguel Ángel Mancera y que tanto Sheinbaum como Brugada han continuado.

 

Desafío del mantenimiento continuo

El Metro de la Ciudad de México es uno de los sistemas más grandes y antiguos del mundo, con más de 50 años de operación, que ha llevado a un deterioro progresivo de sus instalaciones. La situación ha empeorado con el tiempo y durante la gestión deClaudia Sheinbaum, se puso en marcha un plan de renovación para la Línea 1, la línea más antigua del sistema. Proyecto de modernización, que aún está en curso y se espera que las obras concluyan en 2025, lo que permitirá estar lista para el Mundial del 2026.

 

Brugada ha prometido seguir este camino, enfocándose en renovar línea por línea. De acuerdo con los planes anunciados por su administración, la siguiente línea en ser intervenida será la Línea 3, que presenta un alto nivel de deterioro debido a la antigüedad de su infraestructura y la gran cantidad de usuarios que transporta diariamente.

 

La Línea A, que conecta con el Estado de México, también recibirá una atención especial debido a las fallas recurrentes que presenta, muchas de ellas ocasionadas por la deformación del terreno sobre el que se asienta, lo que ha afectado la estabilidad de las vías.

 

Opiniones de expertos: ¿Es suficiente la renovación?

La decisión de Brugada de no expandir el sistema del Metro ha sido bien recibida por algunos expertos en movilidad, quienes argumentan que es más funcional mejorar las líneas existentes que construir nuevas. Víctor Alvarado, ingeniero en Transporte por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), considera que la apuesta por sistemas de transporte como el Cablebús y el Metrobús es más eficiente para resolver las necesidades de movilidad de la ciudad.

 

“La realidad es que construir una nueva línea de Metro es extremadamente costoso y beneficia solo a un grupo reducido de personas. Es más funcional contar con más sistemas de transporte integrados y estructurados, como el Metrobús, el Cablebús y el RTP, que expandir el Metro en este momento”, explicó Alvarado en una entrevista reciente.

 

De hecho, la administración de Brugada planea construir cinco nuevas líneas de Cablebús en Tlalpan, Álvaro Obregón, Milpa Alta-Xochimilco, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, además de dos nuevas líneas de Metrobús, retomando proyectos que Claudia Sheinbaum no pudo concretar.

 

Oportunidad de un consenso metropolitano

Por otro lado, Ernesto Morua, maestro en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ve en la gestión de Clara Brugada una oportunidad para generar un amplio consenso a nivel federal, capitalino y con el Estado de México; dado que Morena gobierna tanto la Ciudad de México como el Estado de México y la presidencia de la República.  Morua considera que es el momento adecuado para plantear una movilidad integrada que contemple el crecimiento del Metro y su conexión con otros sistemas de transporte.

 

“Es un buen momento el que tiene Clara Brugada para consolidar un plan de movilidad integrada que contemple tanto la renovación del Metro como su expansión en el futuro. La prioridad debe ser mantener el Metro funcionando de manera eficiente, pero no podemos descartar la expansión en zonas de alta demanda como una posibilidad a largo plazo”, señaló Morua.

Integración tarifaria

Uno de los problemas pendientes en la movilidad de la Ciudad de México es la falta de una integración tarifaria completa entre el Estado de México y la capital. Actualmente, los usuarios que viven en la periferia pagan más por el transporte, ya que el Cablebús y otros sistemas tienen tarifas más altas que el Metro. Según Morua, es necesario avanzar hacia un sistema de pagos integrados que permita a los usuarios pagar una sola tarifa por todos los sistemas de transporte en el área metropolitana.

 

“La movilidad en la Ciudad de México sigue siendo centralizada. En zonas como Buenavista tienes acceso a múltiples sistemas de transporte, pero cuando te desplazas a la periferia, las opciones se reducen significativamente, y la falta de un sistema de pagos integrados afecta a los usuarios de la periferia”, afirmó Morua.

La decisión de Clara Brugada de apostar más por la renovación del Metro en lugar de su expansión es vista como una medida acertada por muchos expertos, pero también plantea retos importantes. La modernización de las líneas más antiguas y congestionadas del sistema es una necesidad urgente para mejorar las condiciones de movilidad de millones de capitalinos, pero no debe dejarse de lado la posibilidad de ampliar el sistema en el futuro.

 

La integración de los sistemas de transporte y la coordinación con el Estado de México también serán factores decisivos para asegurar una movilidad más eficiente y accesible para todos.