Este año se cumple el 85º Aniversario de uno de los momentos más significativos de la historia compartida entre México y España: la llegada del barco Sinaia a Veracruz en 1939, marcando el inicio del exilio español en México. Este evento no solo simboliza un acto humanitario y de solidaridad, sino que también refleja una rica transferencia cultural e intelectual que ha beneficiado a ambas naciones.
Martí Batres Guadarrama, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, abrió el acto conmemorativo destacando la importancia del exilio como un legado de transformación y solidaridad. Recordó las figuras clave como Lázaro Cárdenas y su política de puertas abiertas que no solo ofreció refugio, sino que también integró a los exiliados en la vida cultural y educativa de México.
La Secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, enfatizó la continua relevancia del asilo como una tradición profundamente arraigada en la política mexicana. Bárcena evocó la llegada del Sinaia como un momento de esperanza y renacimiento, destacando el nacimiento de una niña durante la travesía, simbolizando la vida sobre la adversidad.
Zoraida Hijosa, representante del Gobierno español, expresó su gratitud hacia México por su papel acogedor durante el exilio. Rememoró el compromiso de España con la memoria democrática, enfatizando la importancia de recordar y honrar a aquellos que se vieron obligados a huir de su país debido a sus ideales de libertad y democracia.
Desde una perspectiva académica y cultural, María Elena Álvarez-Buylla, directora general del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología, señaló cómo el exilio enriqueció a México no solo a nivel humano sino también intelectual, con la llegada de intelectuales y científicos que fortalecieron las instituciones educativas y culturales del país.
Finalmente, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, destacó el reflejo de valores compartidos entre la República Española y México, subrayando la integración de los exiliados en diversos sectores de la sociedad mexicana. Cárdenas también hizo un llamado a la reflexión sobre los desafíos actuales que enfrenta el mundo, donde el exilio sigue siendo una realidad dolorosa para muchos.
Este evento no solo conmemora un pasado compartido, sino que también invita a reflexionar sobre los desafíos contemporáneos de guerra, exilio y la búsqueda de asilo. A través del reconocimiento del exilio español, México reafirma su identidad como una nación que valora la solidaridad, la acogida y el humanismo, principios que continúan informando su política y su postura en el escenario mundial. Este aniversario ofrece una oportunidad para reafirmar estos valores y renovar el compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos en todo el mundo.