El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, se ha comprometido a entregar una capital en plena transformación a la Jefa de Gobierno electa, Clara Brugada. En un evento reciente en Iztapalapa, Batres subrayó su intención de mantener un ritmo vigoroso de cambios y mejoras hasta el último día de su mandato.
Durante la inauguración de la Utopía “Ixtapalcalli Quetzalcóatl” en Iztapalapa, Martí Batres destacó que su administración no ha bajado el ritmo pese a la transición política inminente. Con la participación de figuras como el alcalde Raúl Basulto Luviano y la propia Brugada, el evento se convirtió en un testimonio de los esfuerzos continuos por mejorar la calidad de vida en la Ciudad de México.
“Estamos terminando esta administración a tambor batiente, con nuevas iniciativas y trabajo intenso todos los días”, afirmó Batres. Estas palabras reflejan una administración que se esfuerza por dejar un legado de actividad incesante y mejoras tangibles en la infraestructura y los servicios públicos.
Entre las acciones destacadas por Batres se encuentran varias inauguraciones y proyectos en distintas alcaldías, como los pozos de agua en Tepepan y Pantaco III, y mejoras significativas en el sistema de drenaje de Iztacalco, Xochimilco y Tláhuac. Además, ha puesto en marcha proyectos sociales y de vivienda que prometen beneficiar a 160 barrios populares de la ciudad.
En el frente legislativo, Batres ha enviado al Congreso local reformas importantes que buscan proteger y promover la justicia social, como la limitación del aumento excesivo de las rentas y la protección del patrimonio cultural y arquitectónico de los pueblos y barrios de la capital.
El enfoque de Batres en su fase final como Jefe de Gobierno parece centrarse en asegurar que los cambios iniciados bajo su gestión se sostengan y expandan. “Queremos dejarle a Clara Brugada una ciudad en movimiento y en transformación para que no se pierda el ritmo del cambio y de la lucha”, señaló. Este mensaje resuena con la promesa de una transición fluida y constructiva hacia la administración de Brugada.
Clara Brugada, por su parte, reconoció y aplaudió los esfuerzos de Batres, expresando entusiasmo por continuar y expandir las iniciativas actuales. “Martí ha estado haciendo un excelente trabajo como Jefe de Gobierno”, dijo Brugada, destacando la importancia de las actividades diarias que mantienen al gobierno en constante movimiento.
Con apenas 60 días para el final de su mandato, Batres está decidido a maximizar cada momento, asegurando que su sucesora herede una administración vibrante y un marco sólido para futuras mejoras. Este período de transición no solo define el final de una era, sino que también establece las bases para el próximo capítulo en la historia de la Ciudad de México, una metrópoli que no cesa en su empeño por transformarse y adaptarse a las necesidades de sus habitantes.
La ciudadanía observa con interés cómo estas promesas de cambio se materializarán, esperando que la gestión entrante tome el testigo con igual o mayor vigor, en beneficio de todos los capitalinos.