Lyn May, una de las vedettes más icónicas de México, ha vuelto a acaparar titulares tras publicar una fotografía en su cuenta de Instagram donde luce un rostro visiblemente rejuvenecido. La imagen, compartida, generó una ola de reacciones en redes sociales, alcanzando casi 10 mil “Me gusta” y provocando debates entre sus seguidores y detractores.
En la publicación, Lyn May reafirmó su lugar en el espectáculo mexicano con el mensaje: “Vedette solo hay una, y se llama Lyn May“. Los comentarios positivos no se hicieron esperar, con fans destacando su capacidad para mantenerse relevante en el mundo del entretenimiento.
Nacida en 1952 en Acapulco, Guerrero, Liliana Mendiola Mayanes, conocida artísticamente como Lyn May, tuvo una infancia humilde. Proveniente de una familia de ascendencia china, trabajó desde joven como vendedora y mesera para apoyar a su hogar. A pesar de las adversidades, logró convertirse en una de las vedettes más reconocidas del país durante los años 70 y 80, destacándose en el cine, la música y la televisión.
Su trayectoria incluye una importante participación en el cine de ficheras, un género que marcó una época en la industria cinematográfica mexicana. Sin embargo, su vida personal no fue fácil. Contrajo matrimonio a los 13 años con un hombre de 29 años mayor, quien la sometió a violencia física y emocional. Este difícil episodio la impulsó a construir su carrera y forjarse un nombre en el espectáculo.
Lyn May ha sido abierta respecto a las múltiples cirugías estéticas a las que se ha sometido. Una intervención en su juventud resultó en malas prácticas que afectaron su rostro, lo que la obligó a recurrir a diversos tratamientos para reparar el daño.
La reciente fotografía ha desatado especulaciones sobre un posible nuevo procedimiento estético. Aunque algunos la felicitan por su aspecto renovado, otros han cuestionado los métodos empleados. A pesar de las críticas, Lyn May mantiene su postura de aceptarse y disfrutar su vida plenamente.
Con una carrera de más de cinco décadas, Lyn May continúa siendo un símbolo de resiliencia y una figura emblemática en el mundo del espectáculo mexicano.