4 julio, 2024

En el marco del que será el proceso electoral más grande en la historia de México, con elecciones federales y locales en las 32 entidades federativas, el Instituto Nacional Electoral (INE) se prepara para organizar los comicios que definirán el rumbo del país.

 

En el ámbito federal, el INE supervisará la elección presidencial, con un solo cargo en juego, así como 128 cargos de Senadoras y Senadores y 500 cargos de Diputadas y Diputados de la Cámara Baja. Todo ello como parte del proceso electoral federal 2023-2024, regido por el plan y calendario aprobado por el Consejo General a través del acuerdo INE/CG441/2023.

 

Por otro lado, en colaboración con los Organismos Públicos Locales, el INE coordinará la elección de gubernaturas, jefatura de gobierno de la Ciudad de México, congresos locales, ayuntamientos, juntas municipales y alcaldías. Más de 19 mil cargos estarán en juego, destacando elecciones clave en estados como Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

 

Un dato crucial para este proceso es la participación de la Generación Z, compuesta por más de 15 millones de jóvenes que votarán por primera vez en unas elecciones presidenciales en 2024. Nacidos entre 2001 y 2006, estos jóvenes representan el 15.8% del padrón electoral total de 95.8 millones de personas.

 

A pesar de su gran número, la participación de los jóvenes en las urnas ha sido históricamente más baja en comparación con otras franjas de edad. En 2018, los votantes de 18 años participaron en un 65%, superando el promedio nacional del 63.4%. Sin embargo, según estudios del INE, la participación disminuye significativamente entre los 19 y los 29 años.

 

Este segmento demográfico, afectado por la violencia y la inseguridad, buscará ser una fuerza de cambio. Con 15 millones de votos potenciales, los partidos y candidatos deberán conectar con sus inquietudes y aspiraciones. La democracia electoral se enfrenta al reto de ofrecerles esperanza y demostrar que vale la pena participar.

 

En un contexto donde la confianza en la democracia es crucial, se espera que estos nuevos votantes ejerzan su derecho con conciencia y responsabilidad, marcando así el destino político de México en las elecciones de 2024.

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