El MetroCDMX anunció que la Línea 2, una de las más utilizadas de la red, iniciará un proceso de modernización integral con miras al Mundial 2026. La decisión no solo busca garantizar mayor seguridad y eficiencia en el traslado de los aficionados hacia el Estadio Azteca, sino también responder a las exigencias de más de un millón de pasajeros que utilizan diariamente este corredor.
Más que una “manita de gato”
La intervención contempla la revisión mayor de 32 trenes NM-02, así como la rehabilitación de estaciones superficiales e intermedias que en los últimos años presentaron problemas de filtraciones, luminarias obsoletas y deficiencias de accesibilidad. El proyecto incluye:
Sustitución de sistemas eléctricos y de drenaje.
Nuevos módulos de información digital al usuario.
Reforzamiento de seguridad con videovigilancia y cámaras en pasillos.
Accesos renovados con iluminación LED y espacios adaptados a personas con discapacidad.
Sin cierres masivos, pero con ajustes
A diferencia de lo ocurrido en la Línea 1, el Metro adelantó que los trabajos se realizarán por tramos y en horarios estratégicos, lo que permitirá mantener la operación activa durante todo el proceso. “La idea es no colapsar la movilidad y asegurar que cada usuario pueda planear sus traslados sin cierres prolongados”, señalaron autoridades del STC.
Un reto que va más allá del futbol
Si bien la modernización está alineada a la llegada del Mundial 2026, especialistas consultados advierten que la medida responde también a un desgaste acumulado de más de 50 años de servicio. “La Línea 2 concentra nodos clave de conectividad: Tasqueña, Centro Histórico y Cuatro Caminos. Renovarla no es un lujo, es una necesidad impostergable”, comentó un urbanista.
Inversión con lupa ciudadana
El costo estimado asciende a 1,730 millones de pesos. La mayor parte se destinará a infraestructura y trenes, pero habrá también recursos para mejorar los sistemas de ventilación y señalización. Colectivos ciudadanos adelantaron que vigilarán de cerca la ejecución para evitar retrasos o sobrecostos.
El desafío de la confianza
El Metro carga con un antecedente complejo: fallas en la Línea 12 y cierres prolongados en la Línea 1. Esta vez, la promesa es que la intervención de la Línea 2 será “transparente, segura y sin improvisaciones”. La pregunta que queda en el aire es si la capital logrará demostrar que puede modernizar sin detener el pulso de la ciudad.
En vísperas del Mundial, los trenes de la Línea 2 no solo llevarán a los aficionados al futbol, sino también a millones de usuarios que esperan que el verdadero gol sea un servicio confiable y digno.

