El exintegrante de One Direction, Liam Payne, falleció el pasado miércoles 23 de octubre en Buenos Aires, Argentina, tras caer desde el tercer piso del hotel CasaSur donde se hospedaba. Payne, de 31 años, se encontraba en el país sudamericano como parte de una serie de actividades, pero su muerte ha dejado un vacío en la música y una gran conmoción entre sus seguidores.
Las autoridades argentinas iniciaron una investigación sobre las causas de la muerte del cantante. La autopsia, realizada pocas horas después del fallecimiento, reveló que Payne sufrió un “politraumatismo con hemorragia interna y externa” debido a la caída. Además, se encontraron hasta 25 lesiones en diversas partes de su cuerpo, provocadas por la caída desde una altura de más de 10 metros.
Lo que más ha causado impacto es el resultado del examen toxicológico, que confirmó la presencia de varias sustancias en el cuerpo del cantante, incluidas cocaína, crack y ketamina, además de la droga conocida como “cocaína rosa”. Esta combinación ha llevado a las autoridades a considerar el abuso de sustancias como uno de los principales factores detrás de su trágico fallecimiento.
El fiscal encargado del caso, Marcelo Roma, ha declarado que, aunque la muerte se investiga como “dudosa”, todo indica que Payne estaba solo en el momento del incidente y atravesaba un episodio relacionado con el consumo de sustancias. Fotografías filtradas de la habitación muestran botellas de alcohol, encendedores y restos de drogas, lo que ha alimentado las especulaciones sobre su estado mental y emocional antes de la caída.
La autopsia también reveló algo inquietante: la postura en la que fue encontrado el cuerpo sugiere que Payne no hizo ningún intento por protegerse de la caída, lo que hace suponer que pudo estar inconsciente en ese momento.
Además, las investigaciones revelaron que Payne había estado acompañado en la habitación por dos mujeres, presuntamente sexo servidoras, quienes abandonaron el lugar poco antes de su muerte. Las autoridades están trabajando para identificar a las personas que le facilitaron las drogas y sospechan de un empleado del hotel.
Esta tragedia ha dejado al descubierto la lucha interna que Payne enfrentaba. A lo largo de los años, se habían reportado problemas de abuso de alcohol y drogas, así como luchas con su salud mental, las cuales parecen haber jugado un papel importante en su fatídico desenlace.