La Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados dio un paso importante hacia la inclusión y el respeto por las comunidades sordas al aprobar un exhorto que busca reconocer a la Lengua de Señas Mexicana (LSM) como patrimonio lingüístico. Con 15 votos a favor, la propuesta fue respaldada con el objetivo de promover la igualdad sustantiva y eliminar barreras comunicativas para las personas sordas en México.
La presidenta de la Comisión, Alma Lidia De La Vega Sánchez, de Morena, destacó que la LSM es una herramienta crucial para garantizar derechos fundamentales como la igualdad y la no discriminación. Según De La Vega Sánchez, el reconocimiento oficial de la Lengua de Señas como patrimonio lingüístico tiene sólidos fundamentos en los derechos humanos, lingüísticos y culturales, lo que la posiciona como un elemento clave para la inclusión social.
“La Lengua de Señas es una herramienta esencial para garantizar el acceso a derechos fundamentales de las personas sordas. Reconocerla como patrimonio es un paso hacia la eliminación de barreras comunicativas y sociales”, subrayó.
Declarar la LSM como patrimonio lingüístico impulsará políticas educativas que integren su enseñanza en el sistema educativo, garantizando el acceso igualitario al conocimiento para personas sordas. Este avance, según los representantes de la asociación “Viendo te Entiendo”, es crucial para lograr que las personas con discapacidad auditiva tengan acceso a una educación de calidad, información y oportunidades laborales en un entorno más incluyente.
El dictamen aprobado busca dignificar a un sector históricamente rezagado, visibilizando las necesidades y derechos de las personas sordas. La propuesta también exhorta a los gobiernos estatales a realizar los esfuerzos legislativos necesarios para oficializar este reconocimiento, lo que marcaría un precedente en la valoración de las lenguas como patrimonio cultural.
“Oficializar y valorar la Lengua de Señas Mexicana impulsa políticas educativas y laborales, contribuyendo a la dignificación de las vidas de las personas sordas”, agregó De La Vega.
El reconocimiento de la LSM como patrimonio lingüístico no solo es un acto simbólico, sino una acción concreta que busca construir un México más igualitario e incluyente, donde todas las personas tengan acceso pleno a sus derechos.