En una sesión solemne celebrada en el Senado de la República, para conmemorar los 71 años del voto femenino en México, la senadora Laura Esquivel Torres, del Partido Acción Nacional (PAN), lanzó una dura acusación contra Morena, denunciando que la reciente reforma judicial ha llevado al despido injustificado a cientos de mujeres, muchas de ellas juezas y magistradas, mediante un proceso de insaculación o tómbola. Esta acción, según Esquivel, no solo pone en riesgo la profesionalización del Poder Judicial, sino que también humilla a mujeres que han dedicado su vida a la impartición de justicia en México.
Durante su intervención, la senadora Esquivel narró la historia de Griselda, una jueza que inició su carrera judicial hace muchos años en Michoacán y que se quedará sin empleo en 2025 debido a este proceso de tómbola.
“Es reconocida como una de las juezas más estudiosas y honorables de este país. Pero, ¿saben qué? Ya se va. Se va porque ustedes sacaron su nombre en una tómbola. Se va porque formalmente ustedes la corrieron, la destituyeron. Materialmente la humillaron, le arrebataron su dignidad poniendo sus sueños, su vida y su esfuerzo en una tómbola”, expresó con firmeza la legisladora panista.
Esquivel también destacó que este sorteo afectó a más de 300 mujeres en el Poder Judicial de la Federación (PJF), muchas de las cuales habían luchado durante años para obtener sus posiciones y ganarse el respeto dentro del sistema judicial mexicano. Según la senadora, este acto no solo representa un golpe directo a estas mujeres, sino que también manda un mal ejemplo a las nuevas generaciones.
Polémica reforma judicial y sus consecuencias
La reforma judicial, aprobada por Morena y sus aliados en el Congreso, ha sido objeto de críticas desde su implementación el 16 de septiembre de 2024. La medida busca, entre otras cosas, reestructurar el Poder Judicial, alegando que es necesario modernizarlo y combatir la corrupción. Sin embargo, una de las herramientas más controversiales ha sido la tómbola, mediante la cual se han decidido nuevas posiciones en el sistema judicial.
La crítica de Esquivel apunta directamente a este mecanismo. Según la senadora, la insaculación es una herramienta que no toma en cuenta los años de servicio, experiencia ni las historias personales de las mujeres que han dedicado su vida a la justicia. “Las sufragistas estarían muy orgullosas de ver a tantas mujeres en la impartición de justicia, pero estarían muy decepcionadas de ver que hoy en nuestro país no se busca justicia, sino venganza”, afirmó la panista, aludiendo a las consecuencias de la reforma.
Respuesta de Morena: Noroña defiende el proceso
El discurso de Laura Esquivel encendió la sesión, lo que provocó una respuesta inmediata del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien se mostró visiblemente molesto. Noroña, perteneciente a Morena, defendió la reforma judicial y negó que el Senado haya despedido a alguien. Según el senador, el proceso de la tómbola no determinó despidos, sino que simplemente se utilizó para asignar nuevas posiciones dentro del Poder Judicial.
“Ya hubiera querido mi abuela tener la oportunidad de Griselda. Ella se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana, preparaba tres comidas al día, sacó adelante a sus nietos y a sus hijos y solo pudo terminar la primaria, porque vivió en un mundo desigual, y ese es el mundo que queremos cambiar”, respondió Noroña, argumentando que la reforma busca corregir desigualdades estructurales en la sociedad mexicana.
Extrañamiento del PAN
Una vez concluida la sesión, los legisladores del PAN presentaron un extrañamiento formal por la conducción de la sesión por parte de Gerardo Fernández Noroña. La bancada panista, liderada por Guadalupe Murguía Gutiérrez, criticó que el presidente del Senado utilizara su posición para expresar un punto de vista partidista en una sesión solemne, cuando estas reuniones están diseñadas para ser neutrales y respetuosas de todas las voces.
“La conducción de las sesiones del pleno debe hacerse con estricto apego a la normatividad, pero, sobre todo, debe ajustarse a los principios de imparcialidad, tolerancia y respeto de las voces que no coinciden con la mayoría oficialista”, declaró Murguía, en clara referencia al comportamiento de Noroña durante la sesión.
Celebración del voto femenino y las contradicciones en el Senado
El contexto de esta discusión fue la conmemoración de los 71 años del derecho al voto de las mujeres en México. Durante la ceremonia, se develó una inscripción en letras de oro en el Muro de Honor del Senado, que rezaba: “A las sufragistas que nunca se rindieron ni abandonaron la lucha por la libertad”. La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel, y la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, estuvieron presentes en el acto.
Yasmín Esquivel elogió el esfuerzo de las mujeres que lucharon por la igualdad y la libertad en los albores del siglo XX, resaltando que su valentía permitió a México alcanzar un Congreso de la Unión paritario y tener a su primera presidenta de la República. Por su parte, Guadalupe Taddei señaló que la presencia de mujeres en altos cargos humaniza la función pública y cambia el sentido de las decisiones.
Sin embargo, para la senadora Laura Esquivel, la celebración del voto femenino contrastaba fuertemente con la realidad que vivieron muchas mujeres juzgadoras. “Dijeron que este era un día para celebrar, pero no hay nada que celebrar cuando lo que hicieron fue burlarse de las mujeres”, expresó. En su intervención, subrayó que la manera en que se está llevando a cabo la reforma judicial es un ejemplo de cómo se están perjudicando a cientos de mujeres que habían ganado su lugar en el sistema judicial.
Esquivel cerró su discurso con un llamado a la reflexión, no solo a los senadores presentes, sino a todas las mujeres que luchan por la igualdad. “Ellas ya tienen su lugar en la historia, pero nosotras estamos obligadas a evitar que miles de mujeres queden atrapadas recogiendo los pedazos del techo de cristal roto”, sentenció.
Con este emotivo cierre, la senadora recordó que la lucha por los derechos de las mujeres no debe limitarse a celebrar los logros del pasado, sino también a defender los espacios ya ganados y evitar retrocesos que perjudiquen a nuevas generaciones. “No llegamos todas”, concluyó Esquivel, aludiendo a las muchas mujeres que fueron afectadas por el sorteo y la reforma judicial.