17 septiembre, 2024

 

Durante el cierre de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, la vicepresidenta Kamala Harris pronunció un discurso emotivo al aceptar la nominación presidencial de su partido, posicionándose como la favorita para las elecciones del próximo 5 de noviembre, donde enfrentará al republicano Donald Trump. En su discurso, Harris prometió guiar a Estados Unidos hacia un “nuevo camino” que incluya a todos los ciudadanos, sin importar su partido, raza, género o idioma.

 

Harris, de 59 años, enfatizó su conexión con la diversidad de Estados Unidos y criticó a Donald Trump por lo que describió como una falta de seriedad y una agenda que busca “hacer retroceder” al país. En un tono firme, la candidata aseguró que, a diferencia de su oponente, no será “amigable” con dictadores y trabajará para resolver conflictos internacionales como el de Gaza, apoyando el derecho de Israel a defenderse mientras reconoce el sufrimiento en la región.

 

La vicepresidenta también destacó los logros de la administración Biden, señalando que ha trabajado estrechamente con el presidente para abordar el conflicto en Gaza y buscar un acuerdo sobre los rehenes y un cese al fuego. Harris subrayó la importancia de las próximas elecciones como una “oportunidad preciosa” para superar el rencor y el cinismo del pasado, y trazar un nuevo rumbo para el país.

 

 

En su discurso, Harris contrastó su visión con la de Trump, acusándolo de ignorar a la clase media, planear subidas de impuestos y contribuir al fin del derecho constitucional al aborto a través de sus nombramientos en la Corte Suprema. También alertó sobre los riesgos de un segundo mandato de Trump, especialmente a la luz de la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre la inmunidad presidencial.

 

El apoyo a Harris dentro del Partido Demócrata es sólido, con figuras como Joe Biden y Barack Obama respaldando su candidatura. Harris ha logrado recaudar 500 millones de dólares en un mes, y ha recortado distancias con Trump en varios estados clave, aventajándolo ligeramente en las encuestas nacionales.

 

Con este impulso, Kamala Harris se presenta como una candidata fuerte y preparada para liderar a Estados Unidos hacia un futuro más inclusivo y esperanzador.