2 julio, 2024

En el marco del juicio por el caso de pagos a la actriz Stormy Daniels por parte del ex Presidente de E.U., Donald Trump, el juez Juan Merchan de Nueva York ha impuesto una nueva multa de 1,000 dólares al republicano y actual candidato presidencial, por desacato reiterado a la orden que le prohíbe hablar públicamente sobre testigos y personal del tribunal. Este lunes, al iniciar la tercera semana de juicio, el juez también amenazó con encarcelar a Trump si continúa infringiendo la orden.

 

El conflicto se centra en un plan ilegal del 2016, en el que Trump supuestamente participó para suprimir información que podría perjudicarlo durante su campaña presidencial, lo que incluyó un pago de 130,000 dólares a Daniels.

 

El pago fue presentado falsamente como gastos legales de su abogado, según los fiscales. Trump, quien ha negado 34 cargos de falsificación de registros comerciales, se declara víctima de una “caza de brujas” por parte de los demócratas y el presidente Joe Biden.

 

El juez Merchan expresó su reluctancia a enviar a Trump a prisión, pero enfatizó que tomaría medidas más severas si las violaciones continuaban. “Lo último que quiero hacer es meterlo en la cárcel, pero al final del día tengo un trabajo que hacer“, dijo Merchan, destacando que las repetidas violaciones constituyen un “ataque directo al estado de Derecho”.

 

Este lunes también testificó Jeffrey McConney, quien trabajó como contable en la Organización Trump y, según los fiscales, ayudó a organizar el reembolso del pago a Daniels. Durante las primeras dos semanas del juicio, varios testigos han expuesto las tácticas empleadas para ocultar noticias negativas durante la campaña de Trump.

 

Se espera que tanto Daniels como Michael Cohen, el exabogado de Trump y ahora adversario, testifiquen próximamente en este juicio que se lleva a cabo en el Tribunal Superior de Manhattan. Además de este caso, Trump enfrenta cargos en Washington y Georgia relacionados con la conspiración para anular los resultados de las elecciones de 2020 y por llevar documentos altamente secretos a su residencia en Florida tras su mandato.