19 septiembre, 2024

A solo una semana de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, programada del 26 de julio al 11 de agosto, un fallo técnico global perturbó significativamente las operaciones informáticas del evento, según confirmó el comité organizador. Este incidente, que involucró problemas en los programas de Microsoft utilizados por el comité, afectó principalmente los sistemas de acreditación, impidiendo temporalmente que algunas personas retiraran sus pases.

 

El fallo, resultado de una actualización defectuosa en los sistemas operativos Windows relacionada con un programa antivirus de la compañía estadounidense de ciberseguridad CrowdStrike Falcon, desató preocupaciones iniciales sobre la seguridad y el funcionamiento de los Juegos. Sin embargo, CrowdStrike ha descartado la posibilidad de un ciberataque o un problema de seguridad informática más grave.

 

 

A pesar de los contratiempos iniciales, el comité organizador emitió un comunicado tranquilizador horas después del incidente, asegurando que las operaciones habían vuelto a la normalidad. Los centros de acreditación y el centro de distribución de uniformes reanudaron sus actividades sin mayores problemas, lo que permitió que los preparativos para los Juegos continuaran sin más interrupciones.

 

No obstante, el fallo técnico tuvo repercusiones más allá de las operaciones locales, afectando también la llegada de deportistas de varios países. Diversos vuelos fueron cancelados debido a interrupciones en el tráfico aéreo mundial, lo que complicó la logística y el traslado de los atletas a París.

 

 

Microsoft ha respondido al fallo con un mensaje titulado “Degradación del servicio”, indicando que se están tomando medidas para solucionar la situación y que algunos usuarios podrían enfrentar dificultades para acceder a diversas aplicaciones y servicios. Afortunadamente, los sistemas de venta de entradas y las operaciones en las sedes olímpicas no se vieron afectados, permitiendo que la venta de entradas para las competiciones continúe según lo planeado.

 

Este incidente resalta la importancia de la robustez y la seguridad de los sistemas informáticos en eventos de gran escala como los Juegos Olímpicos, especialmente en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología.