Finalmente la jueza federal Kathleen Cardone, aprobó este 15 de agosto, el traslado de Ismael ‘El Mayo’ Zambada a Nueva York, donde enfrentará un juicio por cargos de conspiración para fabricar y distribuir fentanilo en Estados Unidos. La decisión marca un avance significativo en el caso de uno de los líderes más notorios del Cártel de Sinaloa, cuyas actividades han tenido un impacto devastador en la crisis de opioides en el país.
El traslado de Zambada, uno de los narcotraficantes más buscados, responde a una solicitud de los fiscales federales que buscan procesarlo en el Distrito Este de Nueva York, en el mismo tribunal de Brooklyn donde Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue condenado en 2019. Esta corte ha sido clave en la lucha contra el narcotráfico de alto perfil y su papel en el juicio de Zambada subraya la gravedad de los cargos que enfrenta.
Zambada, de 76 años, fue detenido el 25 de julio en un aeródromo de Nuevo México, en una operación donde presuntamente se entregó Joaquín Guzmán López, hijo de ‘El Chapo’. Esta detención representó un importante golpe para las fuerzas de seguridad estadounidenses, que han intensificado sus esfuerzos para desmantelar las redes de tráfico de drogas que han contribuido a la crisis de fentanilo en Estados Unidos.
Mientras Guzmán López se entregó voluntariamente y enfrenta cargos en Chicago, Zambada ha señalado que fue entregado contra su voluntad, lo que añade un matiz de complejidad a su caso.
Los fiscales han argumentado que el juicio en Brooklyn es esencial para abordar los cargos presentados en febrero contra Zambada, que incluyen conspiración para fabricar y distribuir fentanilo. Este opioide sintético ha sido un factor crucial en la epidemia de sobredosis que afecta a Estados Unidos, y el procesamiento de Zambada en Nueva York resalta el compromiso de las autoridades con la persecución de los responsables de esta crisis.
El caso de Zambada no se limita a estos cargos en Nueva York. En Texas, enfrenta acusaciones adicionales de narcotráfico y crimen organizado que datan de 2012. Estas acusaciones están vinculadas a supuestas conspiraciones para enviar cocaína y marihuana a Estados Unidos, ampliando aún más la magnitud de las actividades ilícitas que se le atribuyen.
El traslado de Zambada a Nueva York también pone de manifiesto el papel de las autoridades estadounidenses en la coordinación de esfuerzos internacionales para combatir el narcotráfico. La embajada de Estados Unidos en México ha confirmado que, a pesar de que Guzmán López se entregó voluntariamente, Zambada fue trasladado contra su voluntad.
Esta distinción subraya el desafío logístico y legal que enfrentan las autoridades al manejar casos de narcotráfico que involucran a figuras de alto perfil y complejas redes internacionales.