28 septiembre, 2024

 

Este 26 de septiembre marcó el inicio de las campañas por la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN), con Jorge Romero y Adriana Dávila como contendientes. Ambos candidatos, quienes han recibido el aval de la comisión electoral interna, buscan reposicionar al partido tras los resultados de las elecciones del 2 de junio y con miras a la elección interna programada para el 10 de noviembre.

 

Jorge Romero, excoordinador de los diputados federales, lanzó su campaña centrada en propuestas concretas. En su discurso inaugural, enfatizó la necesidad de mantener la unidad dentro del partido, destacando que “México nos necesita más que nunca con toda nuestra fortaleza”. Su mensaje incluyó un llamado a la cohesión, afirmando que el PAN ha logrado en el pasado desplazar regímenes que parecían imbatibles. “Estamos preparados para ser una oposición firme y responsable”, declaró Romero, enfatizando su compromiso con las causas y necesidades de las familias mexicanas.

 

Por otro lado, Adriana Dávila, exdiputada y candidata rival, adoptó un enfoque más confrontativo al atacar directamente a Romero. Ella lo vinculó con un grupo de interés liderado por Marko Cortés, el actual líder nacional del partido, a quien acusó de representar el “cartel inmobiliario” en la alcaldía Benito Juárez, un término que ha utilizado el partido Morena. Dávila instó a los militantes a no votar por el grupo de Romero, pidiendo a las cúpulas del PAN que permitan una contienda “en libertad”, alejando la influencia de las nóminas gubernamentales.

 

 

La jornada de hoy también incluyó la validación del registro de ambos candidatos por parte de la Comisión Organizadora de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional (Conecen). Esta validación implicó un análisis exhaustivo de más de 30,000 firmas de apoyo que cada candidato presentó, garantizando así la legalidad de los apoyos. Se subrayó que esta fase del proceso electoral ha concluido, y que no se aceptarán más inscripciones.

 

El inicio de estas campañas no solo representa una contienda por la dirección del PAN, sino también una oportunidad para redefinir la estrategia del partido ante un panorama electoral cambiante. La confrontación entre Romero y Dávila promete ser intensa, con cada uno intentando ganar el respaldo de los militantes en un contexto donde la unidad y la transparencia son más críticas que nunca. Con este inicio, el PAN se prepara para una elección que podría definir su futuro en la política mexicana.