5 noviembre, 2024

 

La economía mexicana iniciará 2025 con signos de debilidad, de acuerdo con el Sistema de Indicadores Compuestos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que incluye el indicador adelantado y coincidente. Este sistema refleja la tendencia de corto y mediano plazo de la economía y muestra una ralentización que se extiende desde finales de 2023.

 

Según INEGI, el indicador adelantado, que anticipa el comportamiento económico en los próximos meses, se ubicó en 100.1 puntos en septiembre, por encima de su tendencia de largo plazo. No obstante, esta cifra representa una caída de 0.12 puntos con respecto a agosto, marcando así su quinta disminución consecutiva.

 

Clara Zepeda, analista del INEGI, explicó que “esta caída se debe a un descenso en tres de los seis componentes del indicador adelantado, principalmente el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), el indicador de confianza empresarial y la tasa de interés de equilibrio”.

 

Componentes del Indicador Adelantado

Los componentes clave que influyeron en la disminución del indicador adelantado incluyen:

  • Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores, con una caída de 0.08 puntos.
  • Confianza empresarial sobre el “momento adecuado para invertir,” que descendió 0.16 por ciento.
  • Tasa de interés de equilibrio, que bajó 0.14 puntos.

 

Por otro lado, hubo factores que ayudaron a mitigar la caída del indicador adelantado. El índice accionario estadounidense S&P 500 avanzó 0.12 puntos y el tipo de cambio se fortaleció en 0.49 puntos, sugiriendo una leve estabilidad económica en el corto plazo. “Aunque hay ciertos factores externos que brindan un respiro, como el índice accionario de EE.UU., no son suficientes para contrarrestar la desaceleración local,” mencionó Sergio Carmona, especialista en economía.

Indicador Coincidente: Reflejo de la realidad económica

El indicador coincidente, que muestra el estado actual de la economía, alcanzó los 100 puntos en agosto, manteniéndose en su tendencia de largo plazo, sin embargo, registró una disminución mensual de 0.02 puntos, lo que representa trece meses consecutivos de caída. Esto refleja una economía en agotamiento desde finales de 2023, situación que se prolongó a lo largo de 2024.

 

De acuerdo con INEGI, la reducción en el indicador coincidente se debe al desempeño negativo de varios componentes, entre ellos:

  • Actividad industrial, que disminuyó en 0.02 puntos.
  • Importaciones totales, que bajaron 0.04 puntos.
  • Trabajadores permanentes asegurados en el IMSS, con una caída de 0.03 puntos.
  • Ingresos por suministro de bienes y servicios, que se redujeron en 0.05 puntos.

 

No obstante, algunos elementos lograron balancear ligeramente esta tendencia. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) mostró un pequeño crecimiento de 0.03 puntos, y la tasa de desocupación urbana avanzó en 0.02 puntos, impulsando moderadamente al indicador coincidente.

 

Perspectivas para el primer trimestre de 2025

INEGI anticipa que esta debilidad en la economía continuará al menos durante el primer trimestre de 2025. Las previsiones sugieren que el crecimiento económico será moderado, especialmente debido al lento avance en sectores clave como la actividad industrial y el empleo formal. “Las caídas en los últimos meses del indicador coincidente confirman la debilidad de la economía mexicana”, aseguró Clara Zepeda.

 

Las previsiones para el Producto Interno Bruto (PIB) nacional continúan a la baja, ya que la economía no ha logrado revertir las tendencias negativas observadas desde el año anterior. Este panorama afecta principalmente a los sectores de manufactura y consumo interno, que enfrentan una demanda reducida y un crecimiento limitado en el empleo formal.

 

Factores de incertidumbre y proyecciones

Además de las caídas en los indicadores económicos, persiste una cautela en la inversión empresarial, reflejada en la baja confianza de los inversionistas para destinar capital a nuevos proyectos,la situación se ve afectada por la incertidumbre en el entorno global y el comportamiento de las tasas de interés. La confianza empresarial sigue mostrando índices bajos, con una reducción del 0.16 por ciento en septiembre, una clara señal de la desconfianza sobre el entorno económico.

 

El fortalecimiento del tipo de cambio es un aspecto que podría brindar estabilidad en el corto plazo, ya que incrementa el poder adquisitivo en la compra de bienes importados y estabiliza los precios de los insumos clave para el sector industrial; pero Zepeda advirtió que “esto por sí solo no basta para compensar las caídas observadas en otros componentes de la economía.”

Con esta tendencia de baja en los indicadores económicos, el gobierno enfrenta un reto importante para reactivar el crecimiento en el próximo año. El panorama se muestra complicado, pero algunos especialistas creen que con medidas efectivas de incentivo al sector productivo y un manejo prudente de las políticas monetarias, se podría revertir la tendencia negativa.