Después de 36 años de historia, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), se enfrenta a la posibilidad de perder su registro como partido político nacional.
El Instituto Nacional Electoral (INE) notificó este lunes a Jesús Zambrano, líder nacional del PRD, sobre el inicio de la “fase de prevención” y adelantó que al no alcanzar el umbral del 3% de la votación nacional, nombrará a un interventor para manejar sus finanzas. Esta medida temporal estará vigente hasta que el Tribunal Electoral valide los resultados de las votaciones del pasado 2 de junio.
La noticia de la fase de prevención se dio a conocer tras la filtración de una notificación emitida por la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, encargada de supervisar los activos financieros del partido. Con un resultado preliminar de 2.43% de los votos en los cómputos distritales, el PRD no alcanzó el mínimo requerido del 3% para mantener su registro.
Ni el partido del sol azteca ni su líder, Jesús Zambrano, han hecho declaraciones públicas tras el aviso de las autoridades electorales.
La Comisión de Fiscalización del INE eligió por sorteo a Ricardo Badin Sucar como interventor responsable del control y vigilancia directa del uso y destino de los recursos y bienes del PRD durante el periodo de prevención y eventual liquidación.
David Ramírez, encargado de despacho de la Unidad Técnica de Fiscalización, explicó que Badin Sucar tendrá la tarea de supervisar las finanzas del partido, asegurándose de que se cumplan todas las obligaciones financieras, como el pago de nóminas, impuestos y servicios esenciales.
El interventor no podrá celebrar nuevos contratos, compromisos, pedidos, adquisiciones u obligaciones, según lo estipulado en la misiva del INE. Además, deberá elaborar un informe que será aprobado por la autoridad electoral para la liquidación del partido. Si quedan recursos remanentes tras la liquidación, estos pasarán a las arcas de la Tesorería Federal, conforme a la ley.
El PRD podría mantener su registro como partido local en los estados donde haya obtenido más del 3% de los votos y donde haya postulado candidatos propios en las elecciones anteriores; sin embargo, a nivel federal, no tendría derecho a curules por el principio de representación proporcional, afectando su presencia en el Congreso. La decisión final sobre su registro nacional dependerá del Tribunal Electoral, que debe sancionar los resultados a más tardar en agosto, antes de la toma de posesión del nuevo Congreso el 1 de septiembre.
El PRD ha adelantado la posibilidad de una “refundación” bajo otro nombre, con la intención de reestructurarse y presentarse como una opción ciudadana. Esta medida busca revitalizar al partido y mantener su relevancia política en un contexto de debilitamiento electoral. La posible pérdida del registro es un golpe significativo para el PRD, que ha sido un referente histórico de la izquierda en México.
La intervención del INE en las finanzas del PRD y la fase de prevención es una medida que no solo garantiza la transparencia y el buen uso de los recursos públicos, sino que también refleja la exigencia de representación efectiva en el sistema democrático mexicano.
Fundado en 1989, el PRD ha desempeñado un papel crucial en la política mexicana, siendo un impulsor de la democratización y de políticas progresistas, pero en los últimos años, ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo la pérdida de apoyo popular y la salida de figuras clave hacia otras formaciones políticas, como Morena.
La posible desaparición del PRD como partido nacional tiene implicaciones profundas para el panorama político de México. La reducción de opciones políticas podría concentrar aún más el poder en los partidos mayoritarios, afectando la diversidad y el pluralismo necesarios para una democracia robusta.