Trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) expresaron su rechazo a la ratificación de Diego Prieto como director general, argumentando que su gestión ha resultado en retrocesos significativos para el patrimonio cultural del país. Los empleados aseguran que la administración de Prieto ha estado marcada por el abandono de las zonas arqueológicas, museos y sitios históricos, así como por la precarización laboral y el acoso en el entorno de trabajo.
En diversas manifestaciones, los trabajadores hicieron notar su descontento, portando pancartas donde denunciaban la falta de un proyecto institucional sólido y que, de continuar la misma dirección, enfrentarían seis años más de deterioro. Uno de los puntos más preocupantes para ellos es el estado de los museos y sitios culturales. Daniel Nahmad Molinari, investigador del INAH, destacó que en estados como Veracruz se han cerrado importantes espacios como el Museo del Fuerte de San Juan de Ulúa y el Baluarte de Santiago, sin que se haya ofrecido una fecha clara de reapertura.
Nahmad Molinari criticó que el enfoque de la gestión actual esté casi exclusivamente en los museos nacionales, dejando de lado los museos comunitarios debido a la falta de recursos. Esto, en su opinión, representa un contraste con lo que debería ser una administración que promueva el acceso a la cultura en todas las regiones del país.
Entre las críticas más fuertes, los trabajadores del INAH señalaron que Prieto ha fomentado un ambiente de servilismo hacia el poder, priorizando intereses políticos sobre las necesidades culturales y laborales del instituto. En su opinión, el patrimonio cultural mexicano está en el abandono, y ellos, como trabajadores, han visto cómo no se respetan sus condiciones generales de trabajo, lo que empeora la precariedad laboral.
En este contexto, los empleados dejaron claro que, para ellos, sólo debería ser ratificado un líder que logre una excelente labor al frente del INAH, lo que consideran que no ha ocurrido en los últimos años. Este rechazo a la ratificación de Prieto surge como un llamado urgente para que el gobierno revise la situación de una institución clave en la preservación de la cultura e historia de México.
El conflicto entre los trabajadores del INAH y su dirección representa un reto para el futuro del patrimonio cultural del país, que según ellos, requiere una gestión más comprometida con la preservación y difusión de la riqueza cultural en todos los rincones de México.