2 julio, 2024

En una declaración sorprendente y alarmante, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, denunció un intento de golpe de Estado en enero pasado, durante un periodo de intensificación de la violencia por parte del narcotráfico. Esta revelación se produjo durante la presentación de su informe de gestión ante el Congreso, conforme a lo estipulado por la Constitución del país. El mandatario, quien se autoproclama de centro-izquierda, destacó los desafíos que ha enfrentado su gobierno en la lucha contra el crimen organizado.

El inicio de esta crisis se remonta a la fuga de un líder criminal de una cárcel ecuatoriana en enero, lo cual desencadenó una serie de violentos disturbios. Las bandas involucradas, ligadas a la mafia albanesa y a los cárteles de México y Colombia, llevaron a cabo amotinamientos en las prisiones, ataques contra la prensa, explosiones de coches bomba y la retención temporal de unos 200 guardias carcelarios y policías. Estos eventos resultaron en una veintena de muertos y pusieron de manifiesto la gravedad de la situación.

En respuesta a esta crisis, el Presidente decretó un estado de excepción de 90 días, permitiendo la movilización de los militares para contener la violencia. Adicionalmente, declaró al país en estado de conflicto armado interno, una medida que, según la Corte Constitucional, puede extenderse indefinidamente. Bajo esta declaratoria, las Fuerzas Armadas recibieron la orden de neutralizar una veintena de organizaciones criminales que el presidente calificó de “terroristas” y “beligerantes”.

“Como ecuatorianos vivimos el alcance del horror que tenía el terrorismo en nuestro país”, expresó Noboa, destacando la profundidad de la infiltración de las mafias en diversas esferas del Estado, incluyendo el sistema de justicia. “Las mafias cuentan con cómplices y aliados en todos los niveles del país (…) están en todos lados”, agregó.

La situación ha llevado a una serie de medidas contundentes por parte del gobierno. afirmó que el Estado avanza con paso firme en la limpieza de estas organizaciones criminales, capturando cabecillas y desintegrando grupos narcoterroristas. “Con paso firme, el Estado se va limpiando, con paso firme los cabecillas van cayendo, con paso firme los grupos narcoterroristas se van desintegrando, con paso firme ellos son los que tienen miedo a salir y ya no nosotros”, declaró el presidente, quien ha mantenido una alta popularidad del 60% gracias a su lucha contra el crimen.

La denuncia de un intento de golpe de Estado añade una nueva dimensión a la compleja situación de seguridad en Ecuador. Sugirió que, tras varias investigaciones y la desmantelación de ciertos dispositivos, se pudo confirmar el intento golpista. Este incidente subraya los enormes desafíos que enfrenta el gobierno ecuatoriano en su combate contra el narcotráfico y la infiltración del crimen organizado en el país.

La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, ya que la estabilidad de Ecuador es crucial para la región. Noboa, elegido en comicios anticipados para un periodo de 18 meses, continúa su batalla contra las mafias con la esperanza de restaurar la paz y la seguridad en el país. La lucha contra el narcotráfico y la corrupción es una prioridad para su administración, y los ecuatorianos observan con esperanza y preocupación los avances en esta ardua tarea.