El huracán ‘Kristy’ alcanzó categoría 4 en la escala Saffir-Simpson este miércoles 23 de octubre de 2024, tal como lo anticiparon los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Con vientos sostenidos de 250 km/h y rachas que alcanzan los 305 km/h, este fenómeno meteorológico se desplaza hacia el oeste a 31 km/h, alejándose del territorio mexicano. A pesar de su fuerza, no representa peligro directo para México debido a su trayectoria hacia el Pacífico.
El centro del huracán Kristy se encuentra a 710 kilómetros al suroeste de Isla Socorro, Colima, y a 1,140 kilómetros al sur-suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur. Según los modelos meteorológicos más recientes, se espera que Kristy se intensifique a categoría 5, el nivel más alto de la escala, en las primeras horas del jueves 24 de octubre.
A pesar de su lejanía de las costas mexicanas, los expertos continúan monitoreando de cerca su evolución. Conagua ha señalado que este huracán seguirá aumentando en intensidad durante las próximas horas, lo que lo convertirá en uno de los ciclones más poderosos de la temporada en el Océano Pacífico. Se prevé que Kristy alcance su punto máximo como huracán de categoría 5 y que a partir de entonces comience a debilitarse gradualmente.
Para el domingo 27 de octubre, las proyecciones indican que Kristy volverá a ser una tormenta tropical y, finalmente, se transformará en un ciclón post-tropical al continuar su camino hacia el mar abierto. Conagua ha enfatizado que, aunque no se prevé impacto en tierra, es importante que la población en zonas costeras de Baja California Sur y Colima permanezca atenta a cualquier actualización en los reportes meteorológicos.
Con este tipo de fenómenos, el Gobierno de México y las autoridades de protección civil recomiendan a la población seguir las indicaciones de Conagua y evitar actividades en mar abierto en las áreas mencionadas. Las alertas preventivas se mantendrán activas hasta que el huracán se debilite completamente.
Kristy es otro ejemplo de los efectos del cambio climático, que está causando un aumento en la frecuencia y potencia de los huracanes en el Pacífico y Atlántico. Esto subraya la importancia de los preparativos para futuras temporadas de ciclones, tanto para las autoridades como para la población en general.