22 noviembre, 2024

Al puro estilo de la política de los años ochentas y echando mano de todas las promesas posibles para cautivar al electorado, se están dando cambios en la política mexicana que persiguen ganarse a las masas.

 

Con una urgencia electoral para lograr su promulgación antes de las elecciones del 2 de junio, los diputados federales de Morena y aliados, en el pleno de la Cámara Baja han aprobado una reforma que transformará el sistema de pensiones en México, afectando directamente a los trabajadores mayores de 70 años que no hayan reclamado sus fondos de las Afore. Este cambio legislativo se enmarca dentro de la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, una medida que busca reorientar recursos no reclamados hacia un esquema de pensiones más robusto y sostenible.

Detalles de la Reforma

La reforma, aprobada con 252 votos a favor y 212 en contra, implica que los ahorros de los trabajadores mayores de 70 años que no hayan reclamado sus fondos serán transferidos al Fondo de Pensiones para el Bienestar. La iniciativa ha generado un intenso debate en el Congreso, con partidos de oposición argumentando que esta medida podría interpretarse como un “confisco” de los ahorros de los trabajadores.

 

El Fondo de Pensiones para el Bienestar se nutrirá inicialmente con aproximadamente 40 mil millones de pesos, provenientes no solo de las Afores, sino también de otros recursos como la extinción de entidades financieras gubernamentales y adeudos de estados y municipios con el ISSSTE. Además, se contempla que ingresos por la enajenación de inmuebles y créditos fiscales federales también contribuyan al fondo.

 

La diputada de Morena, Angélica Ivonne Cisneros Luján, defendió la reforma asegurando que permitirá que los trabajadores se jubilen con el 100% del salario que tenían al inicio de sus labores. Aún cuando el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador ha indicado que se beneficiarán 28 millones de trabajadores con esta reforma, la oposición, representada por figuras como la diputada del PRD, Edna Díaz, criticó la falta de claridad en las reglas del fondo y la ausencia de estudios actuariales que justifiquen la viabilidad del mismo.

Perspectivas y Reacciones

A pesar de las preocupaciones expresadas, defensores de la reforma como el diputado Gerardo Fernández Noroña argumentan que esta es una medida necesaria para asegurar pensiones dignas para los trabajadores, contrastando con las “pensiones miserables” que actualmente proporcionan las Afore. Por su parte, la oposición, liderada por partidos como el PAN y el PRI, ha anunciado que buscará amparos y otras medidas legales para proteger los intereses de los trabajadores afectados.

 

Con la aprobación en la Cámara de Diputados, el proyecto ahora se dirige al Senado, donde se anticipa una discusión igualmente intensa. Los legisladores tienen hasta el 30 de abril para decidir si esta reforma se convierte en ley, en medio de un ambiente político cargado y el escrutinio público sobre el manejo de los fondos de pensiones en México.

 

El resultado de esta reforma podría tener un impacto significativo en la vida de millones de mexicanos. Mientras algunos ven en el Fondo de Pensiones para el Bienestar una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores, otros temen que represente una erosión de los derechos y garantías de los trabajadores. Lo cierto es que la decisión tomada en las próximas semanas podría redefinir el futuro del sistema de pensiones mexicano, en un momento crítico para su economía y su demografía.

 

En resumen, la aprobación del Fondo de Pensiones para el Bienestar marca un punto de inflexión en la política de seguridad social en México. Mientras avanza el debate legislativo, el país se encuentra dividido entre la esperanza de una jubilación mejorada y el temor a la pérdida de control sobre los ahorros personales. Lo que está claro es que el resultado de esta reforma tendrá repercusiones duraderas para todos los mexicanos.