En un esfuerzo por frenar el desarrollo desordenado y garantizar una planeación urbana sostenible, la presidenta de la Comisión de Planeación del Desarrollo del Congreso de la Ciudad de México, Olivia Garza, anunció que se prepara una iniciativa para suspender los cambios de uso de suelo en la capital. Esta medida se mantendrá hasta que entren en vigor el Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial, instrumentos clave para definir el futuro de la ciudad.
La diputada Olivia Garza subrayó la necesidad de detener momentáneamente las autorizaciones de cambios de uso de suelo para evitar que las construcciones tengan efectos negativos en áreas críticas como el suministro de agua, el drenaje, la movilidad y la sismicidad. Como ejemplo, mencionó el polémico proyecto en Paseo de las Palmas 915, en Miguel Hidalgo, que contempla 11 pisos de estacionamiento, dos niveles de área comercial y 18 pisos de oficinas y vivienda.
“No podemos seguir construyendo sin planeación. Hay que esperar a que estén listos los instrumentos que definirán nuestra ciudad en los próximos 15 o 20 años,” declaró Garza.
Rezago en la normativa urbana
La diputada panista destacó que los programas delegacionales más recientes datan de 2011, lo que los convierte en herramientas desfasadas frente a los desafíos actuales. Aunque técnicamente vigentes, Garza calificó estos programas como “anacrónicos”, argumentando que no reflejan la realidad de una ciudad que ha cambiado significativamente en la última década.
“El desarrollo de la ciudad no puede continuar de forma desordenada. Se requiere un modelo sustentable a corto, mediano y largo plazo, con una visión integral y metropolitana,” añadió.
Propuesta de decreto
La iniciativa contempla la adición de un tercer párrafo al artículo quinto transitorio de la Ley del Sistema de Planeación del Desarrollo de la Ciudad de México, que prohibiría los cambios de uso de suelo hasta que entren en vigor los nuevos planes y programas territoriales. Según Garza, esta pausa no solo permitirá una revisión exhaustiva de las solicitudes actuales, sino que podría invalidar proyectos previamente aprobados si no cumplen con los nuevos lineamientos.
“Las circunstancias bajo las cuales se elaboraron los programas actuales son muy distintas a las de hoy. La entrada en vigor de los nuevos ordenamientos podría incluso negar permisos a construcciones ya autorizadas,” explicó.
Apoyo y perspectivas en el Congreso
Garza confió en que su iniciativa obtendrá el respaldo necesario de los diputados locales. “Espero que esta propuesta sea respaldada por mis colegas. Es momento de pensar en el bienestar de todos los ciudadanos y en la sustentabilidad de nuestra ciudad,” expresó.
Por su parte, varios legisladores de oposición manifestaron su interés en analizar la propuesta. El diputado Fernando Luna, del PRD, comentó: “Es una oportunidad para corregir el rumbo de la planeación urbana. Apoyaremos medidas que beneficien a la ciudadanía y no solo a intereses privados.”
Sin embargo, algunos sectores han mostrado reservas. La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) señaló que una suspensión prolongada podría impactar negativamente la inversión en la capital. “Entendemos la necesidad de planear, pero pedimos que el proceso sea ágil y transparente para no frenar el crecimiento económico,” indicó en un comunicado.
Llamado a la sustentabilidad
Organizaciones civiles como Ciudadanía Sustentable han respaldado la iniciativa, argumentando que representa un paso importante hacia un desarrollo urbano más ordenado. Su directora, Elena Vega, comentó: “El crecimiento desmedido ha traído problemas como falta de agua y colapsos en movilidad. Es urgente replantear cómo construimos nuestra ciudad.”
La propuesta también ha despertado el interés de expertos en urbanismo. Ricardo López, especialista en planeación urbana, señaló que la pausa podría ser una oportunidad para integrar tecnologías innovadoras y enfoques más sostenibles en el diseño de los nuevos planes. “Es el momento de repensar la ciudad y priorizar a las personas sobre los vehículos y las grandes construcciones,” concluyó.
La iniciativa, que busca ser aprobada en las próximas semanas, promete ser un punto de inflexión para el desarrollo urbano en la Ciudad de México. Mientras tanto, los proyectos en espera deberán ajustarse a los criterios actuales, pero con la incertidumbre de un posible rechazo futuro bajo los nuevos lineamientos.