En un momento crucial para el sistema de justicia en México, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, destacó la necesidad de una reforma profunda que priorice la calidad sobre la rapidez en la administración de justicia.
Durante un foro en la Cámara de Diputados, Piña Hernández compartió reflexiones fundamentales sobre el futuro del sistema judicial mexicano y la propuesta de reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. “La justicia en México no es un monopolio del Poder Judicial”, afirmó.
Piña Hernández resaltando la importancia de considerar la justicia como un servicio público que debe responder a las necesidades reales de la población. Este enfoque subraya la visión de un sistema de justicia más inclusivo y accesible, donde los procesos no solo sean expeditos sino también adecuados y justos para todos los ciudadanos.
Celeridad vs. Idoneidad: Un equilibrio necesario
La ministra hizo hincapié en que la reforma judicial no debe sacrificar la idoneidad por la celeridad. “En la propuesta de reforma, no debe pesar más la celeridad que la idoneidad”, señaló, advirtiendo contra las decisiones apresuradas que podrían comprometer la calidad y la equidad en la administración de justicia. Esta declaración resuena particularmente en un contexto donde la eficiencia muchas veces ha prevalecido sobre la exhaustividad y la precisión en los juicios y procesos legales.
Frente a una audiencia de diputados y senadores de diversos partidos políticos, Piña Hernández abogó por una crítica constructiva del Poder Judicial, basada en datos precisos y realidades concretas. “Seamos críticos de la justicia en México, pero apliquemos la crítica centrando en las necesidades de las víctimas y de los usuarios del sistema de justicia en general”, exhortó. Este enfoque no solo busca evaluar sino también mejorar el sistema mediante una comprensión más profunda de sus falencias y potencialidades.
La ministra también subrayó la importancia de contar con jueces y magistrados que no solo sean honestos y capaces, sino también empáticos y comprometidos con las realidades de quienes buscan justicia. Este llamado a la empatía y la capacitación apunta hacia una reforma que valoriza la humanidad y la ética en el núcleo de la administración judicial.
“Estoy convencida de que en nuestras distintas visiones sobre cómo mejorar la justicia en México, encontraremos más coincidencias que divergencias”, afirmó Piña Hernández, invitando a un diálogo abierto y respetuoso que permita construir un sistema de justicia robusto sobre bases de consenso y colaboración interpartidaria. Este espíritu de colaboración es esencial para lograr reformas duraderas y efectivas que beneficien a toda la sociedad.
El foro sobre la reforma judicial en la Cámara de Diputados, con la participación de la ministra Piña Hernández marca un paso significativo hacia una transformación del sistema judicial en México. Al enfocarse en la calidad de la justicia, respetar la dignidad de las víctimas y promover un diálogo inclusivo, se abre un camino hacia reformas que prometen no solo mejorar el sistema de justicia sino también fortalecer la confianza pública en las instituciones del país. Este es un momento de reflexión y acción que definirá el futuro de la justicia en México.