En otro episodio de distorsión de la realidad del presidente, durante su mañanera, Andrés Manuel López Obrador ha explicado las razones detrás del fallido intento de detención del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, ocurrido en la Ciudad de México. Durante su conferencia el mandatario señaló que el operativo de la Fiscalía de Chihuahua, realizado sin notificación previa a las autoridades de la capital, es un ejemplo claro de “venganza política” y “promiscuidad política de los últimos tiempos”.
El pasado miércoles 14 de agosto de 2024, en un conocido restaurante de la colonia Roma, Gin Gin, la tranquilidad de los comensales se vio interrumpida por la llegada de agentes judiciales de Chihuahua que intentaron detener a Javier Corral. El exgobernador, quien estaba por tomar protesta como senador de la república en septiembre, fue asistido por el fiscal general de la Ciudad de México, Ulises Lara, quien intervino para evitar la detención argumentando que la operación violaba los protocolos de colaboración entre entidades.
El operativo, que se realizó sin la coordinación habitual entre fiscalías, generó una serie de cuestionamientos sobre la legalidad de la acción y sobre las motivaciones políticas detrás de ella. Según López Obrador, este tipo de acciones reflejan las viejas disputas y rencores entre los actores políticos de Chihuahua.
En su intervención, López Obrador fue enfático al afirmar que la orden de detención contra Corral se debe a “diferencias políticas que vienen de tiempo atrás”. El presidente explicó que la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, quien asumió el cargo en 2021, estaría aliada con el exgobernador priista César Duarte, en un intento por desacreditar a Corral, quien promovió las acusaciones que llevaron a la detención y extradición de Duarte desde Estados Unidos.
“Es parte de la promiscuidad política de los últimos tiempos”, dijo AMLO, señalando que la alianza entre Campos y Duarte, a pesar de pertenecer a partidos políticos distintos, es un ejemplo de cómo las disputas personales y políticas siguen influyendo en la toma de decisiones en México. El presidente calificó la situación como “una especie de venganza” orquestada para impedir que Corral asuma su nuevo cargo como senador.
La relación entre Maru Campos y César Duarte ha sido motivo de controversia desde que Duarte fue extraditado a México en 2022 para enfrentar cargos de corrupción. Según López Obrador, la gobernadora Campos, quien es miembro del Partido Acción Nacional (PAN), habría encontrado un aliado en Duarte, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para consolidar su poder en el estado y frenar a sus opositores, incluyendo a Corral.
Corral, quien gobernó Chihuahua de 2016 a 2021, es recordado por su lucha contra la corrupción y por haber iniciado una serie de procesos judiciales contra Duarte, quien había huido a Estados Unidos para evitar la justicia mexicana. Tras su captura y extradición, Duarte fue llevado de vuelta a Chihuahua, pero posteriormente liberado, lo que generó críticas y sospechas sobre la imparcialidad del sistema judicial del estado.
López Obrador subrayó que la falta de coordinación entre la Fiscalía de Chihuahua y la Fiscalía de la Ciudad de México no es casualidad, sino que responde a una estrategia política para desacreditar a Corral antes de que asuma su cargo en el Senado. “Quedaba poco tiempo antes de que lo designen senador, se apresuraron porque sabían que una vez que estuviera en la cárcel, no podría ser senador”, explicó el mandatario.
La intervención del fiscal Ulises Lara
La intervención del fiscal capitalino, Ulises Lara, fue crucial para evitar la detención de Corral. Lara, conocido por su labor en la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, decidió actuar cuando se enteró de la presencia de agentes judiciales de Chihuahua en la capital. Según explicó López Obrador, Lara argumentó que el operativo violaba los protocolos de colaboración establecidos entre fiscalías, los cuales requieren notificación y coordinación previa para acciones de este tipo.
Lara, en un comunicado posterior, detalló que su decisión se basó en la defensa del debido proceso y en la protección de los derechos del exgobernador. “La Fiscalía de Chihuahua actuó de manera unilateral, sin informar a nuestras autoridades. Esto es una violación clara de los protocolos y un intento por utilizar las instituciones de justicia con fines políticos”, afirmó Lara.
La intervención de Lara ha sido respaldada por diversas figuras políticas, quienes han señalado que la acción de la Fiscalía de Chihuahua representa un peligroso precedente de cómo las instituciones judiciales pueden ser utilizadas como herramientas de persecución política.
Javier Corral, quien desde que dejó la gubernatura ha mantenido un perfil relativamente bajo, reaccionó a los eventos con firmeza. En declaraciones a los medios, Corral agradeció la intervención del fiscal Ulises Lara y calificó el intento de detención como una “persecución política” orquestada por sus adversarios. “Esto deja claro que se trata de una venganza personal y política en mi contra. No hay bases legales para las acusaciones que se me imputan, y este operativo fue un intento desesperado por evitar que asuma mi cargo como senador”, declaró Corral.
El exgobernador también criticó la alianza entre Maru Campos y César Duarte, calificándola como un “pacto de impunidad” para proteger a quienes han saqueado el estado de Chihuahua. “Lo que estamos viendo es la continuación de la corrupción y el uso de las instituciones para proteger a los poderosos mientras se persigue a quienes los denuncian”, afirmó Corral.
Este evento también subraya la importancia de mantener la independencia y la imparcialidad de las instituciones judiciales en México, especialmente en un contexto donde las disputas políticas pueden fácilmente transformarse en casos de persecución. La atención ahora se centra en cómo se desarrollará este caso en las próximas semanas, y si Javier Corral podrá asumir su cargo en el Senado sin más obstáculos.