El fútbol mundial está de luto tras la muerte de Sven-Göran Eriksson, el reconocido entrenador sueco que falleció a los 76 años debido a un cáncer de páncreas. Eriksson, conocido por su extensa y exitosa carrera como técnico, murió pacíficamente en su hogar en Björkefors, Suecia, rodeado de su familia, según informó su agente Bob Gustavsson.
Eriksson, apodado “Svennis”, es recordado por haber sido el primer extranjero en dirigir a la selección inglesa, a la que llevó a los cuartos de final en los Mundiales de 2002 y 2006, pero su influencia en el fútbol fue mucho más allá, con una carrera que abarcó varios países y clubes importantes.
En su trayectoria, Sven-Göran Eriksson dirigió a equipos como Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio en Italia, donde logró numerosos títulos, incluyendo una liga, dos Copas de Italia, dos Supercopas de Italia, una Supercopa de Europa y una Recopa de Europa con Lazio. Además, dejó su huella en el fútbol inglés con su paso por el Manchester City y Leicester City.
En 2008, Eriksson asumió el cargo de seleccionador de México, donde enfrentó retos durante las eliminatorias mundialistas, pero no logró los resultados esperados, lo que llevó a su salida antes del Mundial de Sudáfrica 2010.
A lo largo de su carrera, también dirigió a selecciones como Costa de Marfil y Filipinas, y en sus últimos años entrenó a equipos en China y participó en experiencias deportivas en Emiratos Árabes Unidos y Tailandia.
Eriksson se retiró de la vida pública en febrero de 2023 debido a problemas de salud. Antes de su fallecimiento, cumplió uno de sus últimos sueños: dirigir al Liverpool en un partido benéfico en Anfield, un momento especial que marcó una de sus últimas apariciones públicas.
Sven-Göran Eriksson deja un legado imborrable en el mundo del fútbol, siendo recordado por su pasión, dedicación y contribución al deporte a nivel global.