En la colonia Praderas de San Mateo, ubicada en el municipio de Naucalpan, Estado de México, la tranquilidad de los vecinos se ha visto interrumpida por extraños fenómenos que han sacudido sus viviendas y llenado de temor a la comunidad. Reportan que desde hace mes y medio, los residentes escuchan estruendos inexplicables, acompañados de movimientos que cimbran sus hogares como si se tratara de pequeños temblores.
Abner Contreras, vecino afectado, describe la experiencia como inquietante. “Es como si una roca gigante cayera, se siente como un temblor, pero muy pasajero. De repente, se va; sientes un estruendo y es una preocupación porque no sabes si cayó algo o está comenzando un temblor”, relata. Estos movimientos no solo se sienten varias veces al día, sino que además han comenzado a causar daños visibles en algunas viviendas, como la ruptura de vidrios y la aparición de grietas en las paredes.
La naturaleza intermitente y rápida de estos eventos ha dejado a los vecinos en un estado de constante alerta. Según comenta otro residente, “Es muy rápido, no dura mucho, solo es un golpe, como un ruido muy fuerte, la casa se estremece. No es un temblor prolongado, es solo un tronido, un ruido muy feo y seguido”. La incertidumbre sobre el origen de estos estruendos ha generado un ambiente de ansiedad entre los habitantes de la colonia.
Ante esta situación, los vecinos han solicitado la intervención de Protección Civil de Naucalpan. Aunque la institución se comprometió a realizar un estudio para identificar la causa de los movimientos, hasta el momento no han recibido respuesta ni se han llevado a cabo las investigaciones prometidas. Este retraso en la acción ha incrementado la preocupación de la comunidad, que teme que los movimientos puedan desencadenar desprendimientos de rocas, dado que la colonia se encuentra en una zona alta.
La comunidad de Praderas de San Mateo exige a las autoridades una respuesta rápida y efectiva. Solicitan que se realicen estudios geológicos y de infraestructura para determinar la causa de estos extraños movimientos y para prevenir posibles tragedias. “Es necesario que se investigue antes de que ocurra algo más grave. No podemos seguir viviendo con este miedo constante de que nuestras casas puedan colapsar”, señala uno de los vecinos.
Mientras esperan respuestas, los residentes continúan vigilantes, reportando cada nuevo estruendo y rezando para que estos fenómenos no desencadenen consecuencias más serias. La necesidad de una intervención urgente es clara, y los vecinos confían en que las autoridades de Naucalpan actuarán pronto para resolver este enigma que pone en riesgo su seguridad y tranquilidad.