En un giro dramático dentro del fútbol chileno, nueve exjugadores de la división sub-21 del club Cobreloa, quedaron en prisión preventiva tras ser acusados de participar en una violación grupal de una joven en 2021. Este caso, que ha sacudido los cimientos del deporte en Chile, ocurrió durante una fiesta el 16 de septiembre de 2021 dentro de una residencia de Calama, ubicada a unos 1,500 kilómetros al norte de Santiago, donde vivían los jugadores.
El fiscal regional Juan Castro Bekios, confirmó que los arrestos se efectuaron bajo la acusación de hechos constitutivos del delito de violación, cometidos contra una mujer adulta. Los futbolistas fueron detenidos en diversas ciudades, incluyendo Santiago, Calama y Osorno; posteriormente fueron trasladados al tribunal de Calama para la formalización de los cargos.
La Fiscalía ha mantenido en reserva los nombres completos de los implicados, proporcionando únicamente sus iniciales, y ha declarado la investigación como reservada. El tribunal ha establecido un plazo de 120 días para investigar antes de proceder al juicio.
En respuesta al escándalo, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) ha expresado su total repudio y condena frente a cualquier acto de violencia o abuso sexual, anunciando la suspensión deportiva inmediata de los jugadores involucrados que formen parte de clubes asociados a la institución.
Este caso, inicialmente cerrado después de que la víctima desistiera de continuar con la denuncia, ha sido reabierto, marcando un punto crítico para la justicia y el deporte en Chile. La ministra del Interior, Carolina Tohá, destacó la relevancia de las detenciones para fortalecer la confianza en las instituciones y aseguró que el proceso debe continuar hasta alcanzar justicia.
Este suceso no solo plantea un serio cuestionamiento sobre la conducta dentro del deporte sino que también pone de manifiesto la urgente necesidad de reforzar la educación y las políticas de prevención de violencia dentro de las instituciones deportivas.
