13 noviembre, 2024

 

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) anunció la renovación de su directiva durante la 117 Asamblea Plenaria, un evento clave para la Iglesia católica en el país, que tuvo lugar en la Ciudad de México. En este acto, se designó a los obispos que liderarán el organismo durante el periodo 2024-2027, con el compromiso de enfrentar los desafíos actuales de la sociedad mexicana.

 

A partir de hoy, la CEM estará presidida por el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, mientras que Jaime Calderón Calderón, arzobispo de León, asume el cargo de vicepresidente, y Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo Auxiliar de México, fue nombrado secretario general. Estos nombramientos son reflejo de la intención de la Iglesia de fortalecer su rol en la sociedad mexicana.

 

Además, se incorporan a la directiva Jorge Alberto Cavazos Arizpe, arzobispo de San Luis Potosí, como nuevo tesorero; Roberto Yenny García, obispo de Ciudad Valles, como primer vocal; y Rutilo Felipe Pozos Lorenzini, obispo de Ciudad Obregón, como segundo vocal. Esta directiva, seleccionada para un periodo de tres años, se comprometió a mantener una comunión activa con el Papa Francisco y a responder a las “necesidades más apremiantes del pueblo”.

 

Durante el evento, los prelados resaltaron que México enfrenta “tiempos desafiantes” y expresaron su intención de trabajar en varias áreas prioritarias: fortalecer el diálogo y la escucha activa dentro y fuera de la Iglesia; promover la paz y la reconciliación; y acompañar pastoralmente a las familias y comunidades más necesitadas. La nueva directiva subrayó su enfoque en la formación integral de los agentes de pastoral y en la promoción de una cultura de encuentro y solidaridad.

 

Este cambio en la directiva ocurre en la víspera de una reunión que los obispos sostendrán con la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que añade relevancia a su misión de diálogo y construcción de paz. La CEM destacó que este encuentro es una oportunidad para dialogar sobre los desafíos y proyectos conjuntos para la paz y la justicia en el país.

 

La nueva directiva de la CEM asume su rol con un firme compromiso de orientar a la Iglesia hacia una labor pastoral más cercana y sensible a las problemáticas de la sociedad mexicana, en un contexto donde la construcción de paz, la justicia social y la atención a las periferias se han convertido en demandas apremiantes.