El mercado laboral mexicano cerró noviembre con un alza prometedora en la creación de empleos, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En un mes marcado por ajustes tras desastres naturales, el empleo mostró señales de recuperación, con un total de 135,608 nuevos puestos de trabajo creados, reflejando un crecimiento mensual del 0.22% en la población ocupada.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reportó que la población económicamente activa (PEA) en noviembre alcanzó los 61.63 millones de personas, de las cuales 60 millones estaban ocupadas. Este aumento se distribuyó mayormente entre los hombres, quienes ocuparon 123,020 de los nuevos empleos, mientras que las mujeres accedieron a 11,598 posiciones.
Pero no todo fue positivo. La tasa de desocupación, aunque baja, subió ligeramente a 2.6%, lo que representa 1.6 millones de personas en busca de empleo. Por género, las mujeres enfrentaron una mayor tasa de desocupación (2.8%) en comparación con los hombres (2.5%).
Panorama del empleo en cifras
- Subocupación:
Un indicador que preocupa es la población subocupada, es decir, aquellos que trabajan menos horas de las que necesitan. En noviembre, 5.3 millones de personas se encontraban en esta situación, representando un 8.9% de la población ocupada, una ligera mejora respecto al mes anterior.- Mujeres: 9.3% en subocupación.
- Hombres: 8.6% en subocupación.
- Ocupación por sector:
Los servicios fueron el principal empleador con 26.5 millones de personas, seguido del comercio (11.9 millones) y la industria manufacturera (9.8 millones).
Otros sectores como la construcción, actividades agropecuarias y minería también aportaron, aunque en menor medida. - Informalidad laboral:
El reto de la informalidad sigue presente. 32.8 millones de trabajadores, equivalentes al 54.6% de la población ocupada, laboran en condiciones de informalidad, lo que limita su acceso a seguridad social y beneficios laborales.
Desafíos y perspectivas a futuro
Aunque el aumento en empleos es alentador, varios retos persisten:
- Falta de acceso a la seguridad social: Más de la mitad de los trabajadores siguen en condiciones informales.
- Brechas de género: Las mujeres enfrentan mayores tasas de desocupación y subocupación, reflejando desigualdad en el acceso al empleo de calidad.
- Necesidad de empleos formales: Aumentar las oportunidades de trabajo formal es crucial para mejorar la calidad de vida y garantizar derechos laborales.
¿Qué significa esto para la Ciudad de México?
En la capital, donde la actividad económica es diversa, los servicios y el comercio continúan siendo los sectores clave para el empleo. Sin embargo, la informalidad también prevalece, especialmente en los micronegocios. Esto resalta la importancia de fomentar políticas públicas que incentiven la formalización laboral y el acceso a beneficios sociales.
El mercado laboral mexicano avanzó en noviembre, mostrando signos de recuperación tras un año complejo, sin embargo, las cifras reflejan que aún queda camino por recorrer para lograr un empleo digno y equitativo para todos. Con la entrada del 2025, el desafío para las autoridades y el sector privado será transformar estas señales de mejora en un crecimiento sostenible que incluya a todos los sectores de la población.
La pregunta es: ¿cómo aprovechar este impulso para cerrar las brechas y construir un mercado laboral más justo? La respuesta dependerá de decisiones que se tomen hoy y que impactarán el futuro del empleo en México.
