21 noviembre, 2024

La Ciudad de México enfrenta un creciente desafío en la gestión de sus recursos hídricos. Con el nivel de las presas cayendo a mínimos alarmantes y la proyección del temido “Día Cero” —cuando el agua podría dejar de fluir de los grifos— la capital se encuentra en una situación crítica que demanda atención inmediata y acciones efectivas.

 

Estado Actual de las Presas y el Sistema Cutzamala

El Sistema Cutzamala, que proporciona aproximadamente el 27% del agua consumida en la capital y partes del Estado de México, ha experimentado una drástica reducción en sus niveles. Según el último informe del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, las tres presas que componen este sistema se encuentran al 29,1% de su capacidad, lo que se traduce en apenas 227,82 millones de metros cúbicos de agua disponibles.

 

La Proyección del Día Cero

Las autoridades han señalado el 26 de junio como la posible fecha del Día Cero para la CDMX. Este día marca el punto crítico en el que se anticipa que el Sistema Cutzamala podría no ser capaz de suministrar agua suficiente para satisfacer las necesidades de la metrópoli. Esta proyección coincide con el inicio de la temporada de lluvias, lo cual añade una capa de incertidumbre sobre la efectividad de las medidas de contingencia que se están implementando.

 

La experiencia del desabasto de agua no es uniforme a través de toda la ciudad, algunas alcaldías, acostumbradas a la escasez, han normalizado la falta de agua, mientras que otras comienzan a enfrentarse a racionamientos cada vez más severos.

 

A nivel nacional, la situación es igualmente grave. Las 210 principales presas del país están al 39% de su capacidad. Además, la sequía extrema y excepcional afecta al 31.18% del territorio mexicano, concentrándose especialmente en el noroeste y el centro del país.

 

Acciones y Estrategias a Considerar

El informe del Instituto Belisario Domínguez del Senado sugiere que el Día Cero debería ser visto como una oportunidad para revisar y mejorar el modelo hídrico de la CDMX. Propone medidas radicales pero necesarias, como la racionalización del uso del agua y multas por su desperdicio. También recomienda promover una cultura del agua y invertir en infraestructura que permita la captación y reutilización de agua de lluvia.

 

Mirando hacia el extranjero, ciudades como Tokio y Shanghái han implementado programas exitosos que podrían servir de modelo. Tokio ha reducido significativamente el desperdicio de agua gracias a su plan de conservación de agua de largo plazo, mientras que Shanghái ha mejorado la calidad del agua mediante infraestructura avanzada para el tratamiento de aguas residuales.

 

Medidas Implementadas en CDMX

En la CDMX, se han tomado varias iniciativas, como el Programa de Cosecha de Lluvia, que ha instalado sistemas de captación de agua de lluvia en viviendas con escasez. Además, se ha trabajado en la reparación de fugas y la rehabilitación de pozos del Sistema Lerma para mejorar el suministro.

 

La crisis del agua en la CDMX es una llamada de atención sobre la urgencia de adoptar un enfoque sostenible y multifacético para la gestión del agua. La colaboración entre gobierno, expertos y la comunidad es esencial para diseñar e implementar soluciones que aseguren el futuro hídrico de la ciudad. A medida que el Día Cero se acerca, la ciudad no solo debe prepararse para enfrentar este desafío inmediato, sino también repensar su relación con el recurso más vital de todos: el agua.