Un fuerte terremoto de magnitud 7.5 golpeó el oeste de Japón, generando tsunami y devastadores daños. Autoridades japonesas advierten evacuar mientras 1,000 militares son movilizados para rescates.
Japón enfrenta una emergencia tras el impacto de un potente terremoto de magnitud 7.5 en el oeste del país. El sismo, con epicentro a 42 kilómetros al noreste de Anamizu, provocó advertencias de tsunami y estragos en carreteras, energía y servicios esenciales.
El Servicio Geológico de EE. UU. reportó réplicas, incluyendo una de magnitud 6.2. Las autoridades urgieron a evacuar áreas costeras ante olas potenciales de hasta 5 metros. La ciudad de Wajima experimentó olas de 1.2 metros, mientras que Toyama y Noto permanecen bajo alerta.
El desastre dejó autopistas destruidas, edificios colapsados e incendios. Se estima que 33,000 hogares sufrirán cortes de energía. Cinco autopistas cerradas y vuelos cancelados en aeropuertos de Ishikawa evidencian la interrupción del transporte.
Más de 8,500 militares están en espera para participar en los esfuerzos de rescate, pero las carreteras dañadas dificultan el acceso. Escenas impactantes de residentes atrapados circulan en redes sociales, subrayando la gravedad de la situación.
Se anticipan réplicas en los próximos días, extendiendo la incertidumbre en el oeste de Japón.
