A 23 años de los atentados terroristas en Estados Unidos, el embajador norteamericano en México, Ken Salazar, encabezó una ceremonia en honor al Grupo Topos México, quienes participaron en las labores de búsqueda y rescate en Nueva York tras la tragedia del 11-S. La ceremonia también recordó a los mexicanos que perdieron la vida en el ataque, que dejó un saldo de casi 3 mil víctimas.
El embajador destacó la solidaridad de los rescatistas mexicanos, subrayando que su participación es un testimonio de los lazos de apoyo mutuo entre México y Estados Unidos en momentos de crisis. “Hombres y mujeres de México llegaron a Nueva York después del 11 de septiembre para ayudar, demostrando que somos una familia unida por valores compartidos”, señaló Salazar en su mensaje.
Durante la ceremonia, se honró la memoria de los cinco mexicanos que fallecieron en el World Trade Center: Antonio Javier Álvarez, Antonio Meléndez, Leobardo López Pascual, Martín Morales Zempoaltécatl y Juan Ortega Campos, cuyos nombres están inscritos en el National September 11 Memorial en Nueva York.
Además de estos cinco compatriotas, otros 11 mexicanos, incluidos Arturo Alba Moreno, José Manuel Contreras Fernández y Norberto Hernández, también perdieron la vida en el colapso de las Torres.
El embajador Salazar enfatizó que el 11-S no solo fue un ataque contra Estados Unidos, sino contra los valores democráticos que ambos países comparten. “En este día de recuerdo y dolor, reafirmamos los valores que nos unen como naciones. Más allá de los retos, México y Estados Unidos son una familia con lazos duraderos“, afirmó.
Entre los héroes mexicanos también se recuerda a Rafael Hernández Gómez, un bombero de origen mexicano que salvó vidas durante los atentados. Aunque falleció en 2011 debido a complicaciones pulmonares por la inhalación de escombros, su valentía sigue siendo un símbolo de entrega y sacrificio.
