2 julio, 2024

En la arena política, la III Legislatura del Congreso de la Ciudad de México promete innovaciones significativas en la forma de operar gracias al resurgimiento y fortalecimiento de las minibancadas o asociaciones parlamentarias. Esta estrategia busca no solo ampliar la representatividad sino también asegurar más recursos y voz dentro del legislativo para grupos más pequeños de diputados.

 

Las minibancadas no son un fenómeno nuevo en el Congreso local, durante la Segunda Legislatura, se establecieron cuatro de estas agrupaciones, permitiendo a diputados de distintos partidos unir fuerzas para mayor impacto legislativo. Este sistema permite que incluso los partidos minoritarios o diputados sin una bancada formal puedan organizarse y obtener representación en comités importantes como la Junta de Coordinación Política (Jucopo).

 

Con el comienzo de la III Legislatura,  la oposición—integrada por partidos como el PRI, PAN y PRD—como Morena y sus aliados, incluyendo el PVEM y el PT, están considerando revivir y potenciar las minibancadas. Estos grupos parlamentarios, formados por al menos dos diputados, buscan no solo influir en la agenda legislativa sino también asegurar una distribución más equitativa de los recursos del Congreso.

 

Uno de los ejemplos más destacados es el de Elizabeth Mateos, quien previamente lideró la Asociación Parlamentaria Mujeres Demócratas (APMD) y está considerando reactivar esta minibancada en la nueva legislatura. Su experiencia como diputada plurinominal de Morena le ha mostrado las ventajas de operar tanto dentro de una gran bancada como en una asociación más pequeña y especializada, buscando un equilibrio entre la representación y la eficacia legislativa.

 

Las minibancadas ofrecen una plataforma para que los diputados trabajen más allá de las líneas partidistas y fomenten diálogos más inclusivos sobre temas cruciales; sin embargo, esta estrategia también enfrenta críticas y desafíos, especialmente en términos de la cohesión de los partidos grandes y la administración de recursos.

 

Royfid Torres, de Movimiento Ciudadano, expresó su escepticismo sobre la efectividad de las minibancadas en esta legislatura, sugiriendo que las circunstancias han cambiado significativamente desde la legislatura anterior. Mientras tanto, Xóchitl Bravo de Morena aún ve potencial en la formación de nuevas asociaciones, dependiendo de cómo se desarrollen las dinámicas políticas internas.

 

Las minibancadas no solo reconfiguran el juego de poder dentro del Congreso sino que también influyen en cómo se formulan y debaten las políticas públicas. Al ofrecer a los diputados más herramientas para negociar y destacar sus prioridades, estos grupos pueden facilitar una legislación más diversa y representativa.