28 septiembre, 2024

El actor Eduardo Yáñez vuelve a estar en el centro de la controversia tras un incidente con la prensa durante el evento “Herencia Hispana” en el Teatro Centenario, Coyoacán. El actor de 63 años fue capturado en video arrebatando el celular a una reportera después de una serie de preguntas incómodas.

 

En videos difundidos en redes sociales, se puede ver a Yáñez rodeado de medios de comunicación y en medio del tenso momento, el actor le quita el celular a la reportera y responde: “luego te lo doy“, mientras avanzaba hacia otro grupo de periodistas.

 

Yáñez explicó que no estaba molesto con las preguntas, sino que reaccionó porque la reportera le estaba picando la espalda con el teléfono. “Yo no me enojé, ¿por qué siempre tengo que estar enojado? No me molestó absolutamente nada. Ella me venía picando con el teléfono, se lo quité y me quedé con él en las manos, seguí mi camino y ya se lo mandé“, afirmó el actor.

 

Ante la posibilidad de ser denunciado por lo ocurrido, Yáñez respondió de manera despreocupada: “Qué bueno, mucha suerte, que le vaya bien, si me va a denunciar por algo que no hice que lo haga“.

 

El programa “Sale el Sol”, presente en el lugar, capturó el incidente. Según algunos testimonios, lo que realmente incomodó a Yáñez fue una pregunta sobre si se había unido a la religión cristiana.

 

Este no es el primer altercado de Yáñez con la prensa. En 2017, el actor cacheteó al reportero de Univisión Paco Fuentes durante una alfombra roja en Hollywood, incidente que llevó el caso a la Corte de Los Ángeles. Fuentes había preguntado sobre el distanciamiento de Yáñez con su hijo, lo que desató la furia del actor.

 

Tras ese incidente, Yáñez admitió que su reacción fue equivocada y reconoció que necesita ayuda para controlar sus emociones. En una entrevista con “El Gordo y la Flaca”, expresó: “Perdí el control, se me fue la onda. Mi proceder no fue el correcto. Sentí que Paco se envolvió en un asunto demasiado personal“.

 

La repetición de estos comportamientos violentos continúa marcando la relación de Eduardo Yáñez con la prensa, levantando preguntas sobre su capacidad para manejar la presión mediática.